Capítulo Único

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Midorikawa era un tanto caprichoso, eso lo sabía muy bien su novio. Hiroto a lo largo de los años lo conocía incluso antes de empezar a salir, cuando eran amigos.

Es por eso que cuando lo vio callado supo que quería algo. El problema es que el pelirrojo no sabia que, tenia tantas ideas de lo que podía querer su novio pero definitivamente no esperó que fueran 12 cosas para el final de año.

Hiroto no creía en todo eso sin embargo Mido era un gran fanático de todo ese tipo de cosas. Conocía todas las supersticiones de buena y mala suerte, los dichos y cada frase o historia que carecía(según Hiroto)de lógica.

-¿Quieres que te acompañe en esa cosa de las doce uvas?-le preguntó

-Primero, ¿porque usas ese tono?-le miró con reproche- segundo, no vamos a usar uvas; será un poco más complejo que eso- dijo nervioso

-¿A si?¿que usaremos, entonces?

-Yo...bueno...usaremos uvas si pero...tambienusaremosbesos-dijo rápidamente al final aunque Hiroto lo entendió completamente

-¿Quieres que nos demos 12 besos mientras pedimos 12 deseos y te comparta las uvas?-enarco una ceja y sonrió de medio lado viendo como su pareja se sonrojaba

Le divertía que a pesar de los años aún seguía sonrojándose por este tipo de cosas y avergonzandose por ser tan cursi si tenía un gran repertorio de libros y películas románticas. Es que era tan tierno cuando se ponia asi que nunca se cansaría de verlo.

-Bien- dijo tratando de sonar desinteresado pero definitivamente le gustaba la idea- lo haremos

Se acercó a su novio-vio su reloj- mientras le agarraba del mentón y la cintura; este paso sus brazos por sus hombros y se juntó aún más hasta que sus respiraciones se sincronizaban. Chocaron sus labios en un beso corto pero lleno de sentimiento y la adoración que se tenían el uno por el otro.

Hiroto odiaba las supersticiones de su novio pero de vez en cuando le gustaba acompañarlo en ellas, después de todo ¿qué clase de novio seria si no?

Midorikawa era amante de todo las tradiciones y leyendas que existían pero sabía que su amado novio no era exactamente fanático de ellas por eso nunca está de más hacer unos sobornos y alentativos por aquí y por allá; al final era su novio después de todo y le perdonaría y consentiría en todos y cada uno de sus caprichos.


¿12 uvas?Mejor dame 12 besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora