Capitulo 31

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Una vez en la oficina de Dumbledore todos los presentes se mantenían en un incómodo silencio, debido a que el viejo no se había dignado a decir ninguna palabra y solamente se limitaba a mirar fijamente a Harry y Hermione quienes, como la vez anterior estaban acompañados por su jefe de casa, el cual se encontraba igual de desconcertado porque el anciano no pronunciara palabra alguna; sin embargo, algo rescatable de la situación era que Albus no estaba intentando leer sus pensamientos por los momentos, y parecía que solo quería intimidar a los niños con su mirada antes de emitir algún comentario por su estancia en el lugar.

-Ya deben saber porque fue solicitada su presencia en mi oficina, asi que empiecen a explicarse- rompió el silencio Dumbledore ante la mirada de los demás ocupantes.

-Si habla de que le contemos lo que sentimos cuando los dementores se acercaron a nosotros mientras estábamos viendo el partido de quidditch, déjeme decirle que fue la peor sensación que se puede tener en la vida, sientes como si toda la alegría fuera extraída de ti- respondió Harry con total calma al hombre.

-No me refería a eso señor Potter, sino al hecho de que usted y la señorita Night supieran realizar el encanto patronus- hablo nuevamente Albus intentando dejar de lado el ataque de los dementores.

-¡Oh!, no veo como eso puede ser de su incumbencia, sin embargo, el hecho de que unas criaturas colocadas por el ministerio en pro de la seguridad de los estudiantes los atacaran, creo que si es importante- contesto nuevamente el niño, ante la mirada incrédula del anciano.

-Eso y el hecho de que es un segundo ataque en un periodo corto de tiempo, debería ser su prioridad al intentar sacar los dementores ya que han estado perturbando la salud de sus estudiantes; no que unos alumnos sepan o no un encanto, debe aprender a marcar mejor sus prioridades- agrego Hermione en tono de reproche como el que estuviera hablando con un niño pequeño.

Después de estas palabras Dumbledore quedo sorprendido ante la audacia de ambos niños para dejarlo en ridículo ante Severus, quien simplemente solo alzo una ceja ante el ingenio de sus serpientes, aunque por dentro estaba orgullos de cómo su ahijada y prometido estaban manejando la situación, pero la diversión le duro poco porque Albus volvió a la carga en su mejor tono de abuelo.

-Señor Potter, señorita Night, entiendo su argumento y le prometo que estaré investigando dicho incidente; pero tengo curiosidad de cómo dos terceros años sepan realizar un encanto tan complicado, como el encantamiento patronus cuando por lo general solo los aurores y magos con mayor experiencia son los únicos capaces de tal hazaña.

-Director, le voy a contestar porque estamos cansados y apenas nos recuperamos de un ataque dementor y queremos ir a descansar, ese encanto lo encontramos en unos de los libros de texto que están en nuestra biblioteca y durante el verano lo estuvimos estudiando por nuestra cuenta,  sin tener ningún resultado favorable; pero cuando llegamos a la escuela y nos enteramos de los dementores le pedimos al profesor Snape, como jefe de nuestra casa que nos orientara para ver si podíamos conseguirlo, y hoy fue la primera vez que pudimos hacer un patronus completo desde que comenzamos a estudiarlo, asi que debemos darle las gracias al profesor Snape por enseñarnos- respondió Hermione calmadamente dejándole la responsabilidad ahora al profesor de pociones quien ya se preparaba mentalmente para hacerle frente a Albus.

-¿Es eso asi Severus?, ¿los niños le pidieron ayuda para realizar ese encantamiento y no me notifico nada sobre ello?- pregunto Dumbledore con su tono de voz decepcionado porque el maestro de pociones tuviera ese conocimiento y no le hubiera dicho nada.

UN HARRY POTTER DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora