¿Conocido = Bueno?

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No, no lo es. Esa sería la respuesta corta a la pregunta “¿Que algo sea muy conocido, significa que es bueno?” La respuesta larga conllevaría a un análisis de los productos audiovisuales desde el punto de vista del público al que van dirigidos. Algunas series y películas contienen elementos que las hacen aptas para todo tipo de audiencias, por lo que es lógico suponer que llegarán a un mayor número de espectadores. Un ejemplo de esto son los Power Rangers, un programa cuya trama sencilla y repetitiva lo hace ideal para niños de cualquier edad, pero sus escenas de acción son disfrutables también por parte de un público adolescente. ¿Lo convierte eso en un buen serial? No, ni de lejos. Por mucho público que tenga, eso no la salva de ser una serie aburrida y mediocre, que intenta llenar una supuesta “cuota de inclusividad” de manera lamentable.

Asimismo, cualquier cosa puede hacerse ampliamente conocida si rompe las reglas de la sociedad, es políticamente incorrecta o provoca cualquier tipo de escándalo, ya sea por tratar un tema polémico (sin importar que lo haga bien o mal) o por abordar una temática corriente de manera morbosa. Ojo, esto es distinto a romper esquemas. Algo rompedor de esquemas es aquello que toma un concepto y lo reinventa, sin seguir las reglas preestablecidas para dicho género. Ejemplos de lo anteriormente expresado son las historias del Marqués de Sade que, no importa cuánto se les considere clásicos de la literatura, son simplemente enfermas. Solo se volvieron famosas por el morbo que contenían en una época en la que todo, absolutamente todo, estaba prohibido y la sexualidad era muy reprimida. Así, se popularizó su difusión como una forma de rebeldía por parte de la población contra la represión de la Iglesia y la Santa Inquisición; pero esto no significa que el Marqués de Sade sea un gran escritor o haya hecho un valioso aporte a la literatura. [Sí, lo he leído. No piensen cosas raras, gente. No era nada malo, solo un simple cuento. Pero me basta para juzgar cómo era su estilo y no me pareció la gran cosa]. En cambio, el creador del horror cósmico materialista Howard Phillips Lovecraft y el precursor del cuento policíaco Edgar Allan Poe, no obtuvieron el reconocimiento que merecían en vida debido a que sus obras no fueron tan difundidas, o bien abordaron temas polémicos incomprendidos en ese entonces.

Si googlean “Los mejores animes que existen”, se percatarán de que, en todas las listas, aparece Dragon Ball; no porque sea el mejor anime jamás creado (ni siquiera de los mejores), sino porque es el más conocido. Este es el mejor ejemplo de que popular/muy conocido no es sinónimo de bueno, aunque no necesariamente es siempre así. Siguiendo con la línea temática del anime, existen algunos series muy conocidas y consideradas de culto por los fans, como lo son Neon Genesis Evangelion y Fullmetal Alchemist: Brotherhood, que sí merecen toda la fama y buena reputación que tienen, y hasta más; pero, de igual manera, hay muy buenas series, mangas y películas, como es el caso de Pet shop of horrors, que han sido opacadas por otras más famosas, pero de calidad muy cuestionable, simplemente por no haber contado con la difusión suficiente o ser mal comprendidas hasta cierto punto.

¿Qué creen de este tema? Déjenme saber sus opiniones.

Las series que marcaron mi infanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora