Incómodo

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Caminar por los largos y relucientes pasillos del hospital en conjunto con el olor a desinfectante y antiséptico era algo común e incluso rutinario para él, estaba acostumbrado, sin embargo, para lo que no estaba acostumbrado era para el insoportable dolor de pies que tenía cuando se quedaba de guardia por 3 días.

En todo ese tiempo no había ni siquiera asomado la cabeza fuera del establecimiento, se duchaba, comía y dormía las pocas horas que podía en las instalaciones, su hermano había ido a visitarlo, diciendo que le reprocharía al jefe de enfermería por el horario exhaustivo de su pobre hermanito.

Doyoung quería enterrar su cabeza en la tierra como las avestruces pues sabía que Johnny era capaz de armar un escándalo solo por ver señales de fatiga.

Sonrió un poco al recordar al alfa el día de ayer hasta que lo amenazó con decirle a su novio que él en realidad no había amado los pastelitos que le dio por su tercer aniversario sino que lo habían enfermado del estómago y terminó tirándolos, está de más decir que se fue inmediatamente no sin antes decirle que ni se le ocurriera decirle nada a Chittaphon.

Amaba su trabajo, lo mantenía ocupado y le gustaba ayudar a los demás, pero en ocasiones como estas cuando el personal escaseaba pues la mayoría había decidido pedir vacaciones y otros estaban enfermos, no le gustaba tanto.

Hasta él estaba un poco molesto con el jefe de enfermería por hacerlo trabajar casi todo el día, sin embargo, en reconocimiento a su labor le había dado tres días libres, y vaya que los necesitaba.

Solo quería tirarse en su cama y dormir los tres días seguidos.

La luz del sol lastimó sus ojos, estaban sensibles pues no había mirado la luz directa en días, eso tan solo hizo que aumentara su dolor de cabeza, estaba agotado y por más que solo quisiera dormirse sabía que tenía que tomar un baño y comer algo medianamente decente antes de dormir aunque siendo honestos lo más probable es que terminara comiendo ramen instantáneo.

Subió a su coche y condujo al complejo de departamentos que compartía con su hermano. Nunca había estado más agradecido de vivir a tan solo 20 minutos del hospital en auto, al ser la mañana del domingo no había mucho tráfico lo que agradeció aún más.

Saludó sin ganas con un asentimiento de cabeza al guardia de seguridad del edificio, era un alfa en sus cincuentas pero eso no lo detenía de comérselo con la mirada cada que entraba o salía del establecimiento, Doyoung lo detestaba, el muy descarado incluso se había atrevido a coquetearle las primeras semanas que se mudó ahí con Johnny.

Aceleró el paso lo más que pudo y entró al elevador, bufando cuando las puertas se cerraron, si no fuera porque vivía con Johnny se iría a un edificio solo para omegas, sabía que no eran tan comunes pero al menos no iba a ver alfas en todos lados.

Escuchar el sonido que indicaba que la puerta había sido abierta fue música para sus oídos, casi como un coro de ángeles cantándole.

El departamento olía a alfa, el olor lo descolocó, era normal que oliera a Johnny pues también vivía ahí pero había otros olores combinados que lo confundieron.

Esperaba encontrarse con el aroma del tailandés, pero si había ido a su departamento no había sido reciente, sin embargo, pudo oler otros alfas, tal vez amigos de Johnny, pudo reconocer levemente el de Yukhei pero no de los otros.

No le sorprendía que su hermano metiera alfas a su departamento cuando él no estaba pues cuando estaba ahí las visitas indeseadas (alfas) estaban prohibidas, a veces sentía que era demasiado duro con Johnny al no permitir casi nunca que llevara a sus amigos alfas a su hogar, su hermano le decía que a él solo le importaba no incomodarlo pero de igual forma no podía evitar sentir que estaba siendo muy egoísta, no porque a él no le agradaran los alfas quería decir que su hermano no pudiera tener visitas en su propio hogar.

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2022 ⏰

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