Caffè del mattino

24 2 0
                                    

Semillita de café enterrada en mi corazón durante 3 años sin cuidar. Creció desprotegida del calor de 2 almas que demasiado rotas para comprenderse, tomaron rumbos distintos.
Su alimento, las lágrimas derramadas por la herida causada por el filo de la soledad, mezcladas con 3 gotitas de sangre y cascarón de esperanzas perdidas por la desilusión del panorama que la vida nos mostró.
Hoy recién despierta, tomó el café hecho por el fruto de aquella planta, obscuro y amargo por el pasado que vivimos, pero revitalizante por el futuro que nos espera. Y aunque el frío congele mis orejas, sentir el vapor hemanando de la tasa acariciando la punta de mi nariz calienta mi frío corazón detenido por mi partida.
Sabiendo que no soy un ser perfecto mientras sorbo traguitos de tu amor, susurro lentamente a tu distintivo olor la promesa de no huir de nuevo,porque aunque mis pedazos se caen de vez en cuando, la razón le súplica a mi fugitivo corazón no lastimarse más, pues el cerebro harto de vivir de impulsos provocados por la desdicha de un espresso mal cortado provoca en mi la desesperación de hacer correctamente las cosas.
El trayecto no ha concluido, pero la necesidad me domina, permite me ser de nuevo tu caffè del mattino y presentarme como una nueva experiencia de esta etapa hasta donde el destino nos marque.
A veces tu ausencia corroe mi alma y el conflicto constante de saber que tal has estado me invade el pensamiento. Eres un precioso recuerdo que tiene un rincón en mi corazón,por lo que decido con firmeza que el hecho de no tenerte cerca, a mi ser ya no afecta mientras nuestros casuales encuentros sigan siendo comparables al sentimiento generado por aquel café que siempre tomo por la mañana.

Fuiste inspiración Donde viven las historias. Descúbrelo ahora