La Mariposa Cósmica

Capítulo 129: El Espíritu de Kaede

El entrenamiento de Tamamo y mi madre había comenzado para los dos, pero cada uno tenía su propia sesión de entrenamiento. Por mí parte tenía los ojos cerrados concentrando mi mente y espíritu como me indicó mi maestra, por lo visto debía de dominar todo a la perfección para conseguir el siguiente nivel.

--Bien Kaede, sigue esforzándote. Como sabrás el sol tiene una capacidad similar al de la luna, y es un potenciador. La capacidad que nosotras tenemos se basa en amplificar nuestras capacidades físicas y el poder divino que poseemos, claramente con un control perfecto del espíritu, contrario a la respiración de concentración total. Pero tampoco tenemos eso, debes saber que el sol emite radiación y posee una capacidad destructiva enorme, por eso con este control vamos a incidir en que dejes de gastar tanta energía y puedas hacer lo que antes no podías. Pongamos un ejemplo, ¿te imaginas si lanzas una esfera solar? En vez de una gigantesca, puedes reducir el tamaño pero la potencia no disminuirá, incluso puedes aumentarla a tu voluntad por medio del control, y debes también definir la temperatura que tiene porque cuanto más calor, más daño produce, recuerda que desintegra y almacena.--Me explicaba mi madre con cierta tranquilidad en su tono de voz que me hacía sonreír, sin mostrar dureza o un tono estricto, solamente tranquilidad.

--Sí mamá, lo estoy intentando.--Admitía con los ojos cerrados y concentrando al máximo mi poder divino reforzando el espíritu que tanto deseaba mi madre. Si controlaba mi espíritu, el poder divino lo haría de igual manera, y por tanto podría usar otras capacidades con más facilidad como la de amplificar y subir el ritmo de la temperatura sin necesidad de gastar tanta energía, obteniendo mucha más durabilidad. Por eso mismo un brillo dorado rodeaba mi cuerpo en consonancia hacia el interior, donde la tranquilidad era lo único en lo que pensaba, y al no ser tan difícil poco a poco lo conseguía, sintiendo que mi energía estaba en calma.

--No lo haces mal mi niña, te estás adaptando muy rápido. Ahora que estás sincronizada con tu espíritu, trataremos de reforzar esas cualidades apuntando a varios objetivos. ¿Ves los árboles que hay en el fondo? Definirás una temperatura de 180 grados en tus ataques, seguidamente potenciarás por medio de las diversas esferas solares una fuerza exacta de 1200 toneladas, no será mucho para ti, confío en que lo lograrás. Más importante, deben ser esferas pequeñas, así pues empecemos, con esto también afinaremos tu puntería.--Señalaba mi madre apuntando con sus dedos hacia el lugar, tal cual enormes árboles que debían ser eliminados, de todas maneras luego serían reconstruidos por mi madre.

--Comprendido mamá, ahora mismo empiezo a disparar, verás que puedo lograrlo.--Aseguraba con una sonrisa confiada para empezar a estirar mi brazo derecho y dejar que la energía estuviera fluyendo por el exterior, pero al contrario que antes intentaba controlar mi energía para dar lugar a una esfera pequeña de un gran fuego calorífico, exactamente con la misma temperatura que me había indicado mi madre. Por lo mismo mi entrenamiento de puntería empezaba a darse apuntando con cautela y dejar que fueran lanzadas con una enorme potencia que acabó por extinguir no sólo un árbol, sino todos los que había a su alrededor. Quedé en shock por unos momentos ya que no esperaba que fuera tan atroz con solo una pequeña esfera, así que la deidad me obligaba a repetir pero con mucha más velocidad y precisión, de manera que aprendía con el tiempo a ir aumentando la fuerza de los ataques a medida que eran lanzados por medio de mi espíritu, incluso a manejarlas para poder cambiar la dirección a voluntad propia, en eso mínimo habían pasado cinco días con su respectivo descanso.

--Vamos Hayato, ponle más concentración y esfuerzo, debes ser capaz de mantener tu mente tranquila y fuera de poco prejuicio. Tu elemento es la tierra, por eso debes de mantener tu espíritu tan duro como la roca y ser tan firme como el sol, me dijeron que tu poder va relacionado también con un aliento evolutivo, ¿no es así? Pues bien, para evitar una posible hipertrofia muscular mejoraremos ese punto, porque cuando menos te lo esperes...serás inamovible con la mayor defensa posible, y con esta liberación seguro que con ayuda de tus otros maestros y la de Kaede reforzarás ese complejo.--Oía decir a Tamamo con algo de tranquilidad a mi tsuguko con tal de entrenarlo con la más absoluta firmeza, es decir la misma forma que mi madre.