Segundo Extra

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29 de enero 2019

-Mia-

Siento como la sangre empieza a caer de mis heridas, todo mi cuerpo empieza a doler. Trato de pararme, pero me es imposible, debido a las heridas que tengo y el dolor que estas causan, empiezo a desesperarme por mi inmovilidad. Intento mover mi mano y esta vez mis dedos se mueven con dificultad. Suelto un suspiro al darme cuenta que tal vez la inmovilidad es solo momentánea por el golpe. Siento como mis piernas empiezan a doler aún más que antes, quiero soltar un grito de dolor, pero por algún motivo la voz no sale de mi boca.

Recuerdo que no soy la única que venía en el carro al momento del accidente y empiezo a buscar a Alex con la mirada, al verlo me doy cuenta que se acerca a mi rápidamente y me carga en brazos.

Trato de hablarle, pero las palabras no salen de mis labios y empiezo a sollozar. Noto como Alex se desespera por calmar mi dolor, pero eso es imposible. Por algún motivo sé que lo más probable es que yo no sobreviva a esto. Trato de no llorar al pensar en cómo lo pasaría mi madre al enterarse de lo sucedido, pero es imposible no hacerlo. Con tan solo imaginarme a mi madre sufriendo por mi culpa las lágrimas caen por mis mejillas y sé que no solo sufriría ella, también lo haría Alex. Tal vez no pueda despedirme de mamá o decirle cuanto lo siento por hacerla pasar por algo así, pero si puedo despedirme de Alex y eso era algo que no dejaría pasar. Tengo el presentimiento de que no tengo mucho tiempo y pienso en las palabras que debo utilizar para despedirme de la persona que se había convertido en alguien importante para mí en tan poco tiempo.

Muevo mi mano con dificultad para ponerla en su cara y obligarlo a mirarme.

-Si no sobrevivo jamás me olvides ¿sí? mantenme en tu memoria y déjame ser uno de tus ángeles favoritos- pido entre lágrimas.

Creí que sería fácil despedirme de él, pero no lo era, no era nada fácil despedirme de la persona que amo.

-Prométeme que seguirás adelante, todo mejorará lo prometo yo sé que eres fuerte y podrás con esto- mi voz se empieza a entrecortar y mis lagrimas caen sin control alguno.

Noto como sus ojos se empiezan a llenar de lágrimas. Él estaba sufriendo tanto como yo.

El dolor físico que siento pasa a ser algo irrelevante comparado por cómo me duele verlo de esta manera por mi culpa.

Alex empieza a hablar con la voz entrecortada.

-Aguanta un poco más por favor Mía no me dejes, no puedo imaginar mi vida sin ti, estaré muy perdido si tú te vas.

Escucharlo pedir eso me parte el alma. Quiero dejar de escucharlo, no quiero oír como sufre a causa mía.

Quisiera que existiera una manera de calmar su dolor, de hacer que esto no le afecte a él. No soporto verlo sufrir por mi culpa.

-Por favor, por favor no te vayas, resiste aún te necesito, necesito que estés a mi lado, que me recuerdes lo egocéntrico que soy- Escucharlo decir el apodo por el cual yo lo llamaba innumerables veces me saca una sonrisa - necesito que me recuerdes lo pésimo que es mi sarcasmo y sobre todo necesito que estés a mi lado diciendo que me quieres- lo último que él dice borra mi pequeña sonrisa por completo -por favor cariño quédate conmigo por favor no te vayas.

El dolor físico empeora casi tanto como el emocional. Siento como gotas de sangre caen de mi cabeza. Mi cuerpo duele cada vez más.

Empiezo a sollozar del dolor y Alex hace lo mismo. Él al verme en este estado me abraza y se aferra a mí.

¿Por qué tenía que pasarnos esto? ¿Por qué no podíamos vivir nuestro romance por más tiempo?

De saber el corto tiempo que teníamos juntos lo habría disfrutado aún más, me habría aferrado a él y a nuestros momentos juntos.

Tengo la necesidad de decirle que no tenemos mucho tiempo y que debe dejarme ir, mi dolor empieza a ser insoportable.

-Alex duele y me es difícil respirar- le informo con la voz entrecortada.

Al oírme decir eso él empezó a llorar más. Nada estaba saliendo como quería, Alex lloraba más a causa mía, mi dolor no cesaba y ya no me quedaba mucho tiempo.

El dolor incrementaba debido a que las heridas se estaban infectando.

Mis ojos se estaban empezando a cerrar cuando Alex me habla nuevamente.

-Lo siento ¿sí?, es mi culpa no debí traerte acá- Esto no era su culpa, pero él no lo sabía y nada de lo que yo diga podía cambiar su punto de vista respecto a esta situación, de hecho, parte de esto es mi culpa, yo insistí en venir a pesar de la hora y la niebla.

-No me dejes, te quiero aquí conmigo, no quiero dejarte ir, no soy tan fuerte como para estar sin ti, por favor solo aguarda unos minutos ya viene la ayuda, solo unos minutos y estaremos en casa.

Verlo de esta manera me estaba partiendo en dos nuevamente, no capaz de decir nada, las palabras no salen de mi boca, mi respiración es agitada y me cuesta cada vez más respirar.

Se que pronto cerrare los ojos definitivamente y no había nada que pueda hacer al respecto y solo una frase llega a mi mente.

"Te amo" esa frase tuvo mucho sentido cuando lo conocí, los recuerdos de cuando él dijo que me amaba vienen a mi mente, necesitaba decirlo, necesitaba decirle que lo amaba una vez más.

-Te amo- murmuro con dificultad.

El empieza a negar con la cabeza mientras sollozaba, verlo sufrir me dolía.

-No te despidas, no lo hagas porque no te perdonaré esto, lo juro.

-¿No me perdonarás por morir?- pregunto confusa.

No entendía a lo que se refería.

-No, no te perdonaré por hacerme amarte, por darme esperanzas de que tendríamos una vida juntos y luego irte- explica él y eso me parte el alma, no era algo que yo hacía apropósito, pero no lo culpo. Llegue a su vida sin planearlo y de la misma manera me estaba yendo.

-No me puedes hacer esto Mia por favor- pide con lágrimas en los ojos -Prometiste no irte, prometiste quedarte conmigo- me recuerda la promesa que hace poco hice -solo aguarda unos minutos.

Ojalá hubiera podido cumplir aquella promesa. Ojalá tuviéramos más tiempo juntos.

-Alex... - intento decirle que debe dejarme ir, pero él no me deja hablar.

Cada vez me cuesta más soportar el dolor, pero trato de aguantar un poco más por él, porque no lo quiero dejar así, porque no quiero que nuestra historia termine de esta manera.

Los recuerdos de todo lo que pasamos juntos vienen a mi mente, recuerdo como lo conocí por el simple hecho de llevar al cachorro de mi amiga a una feria, cómo me puse estúpidamente celosa cuando lo vi con Valeria, como estuvo conmigo cuando mamá se puso mal. Oh mamá, si tan solo hubiera una manera de evitarte el sufrimiento de mi muerte, créeme que no dudaría en evitar tu sufrimiento.

Mis pensamientos se alejan al escuchar a lo lejos las sirenas de la ambulancia, por un momento tengo la esperanza de que lleguen a tiempo, pero yo ya no puedo más. Involuntariamente mis ojos se empiezan a cerrar y no puedo hacer nada al respecto. Solo quiero descansar. Lo miro por última vez, su mirada luce esperanzada, tal vez es porque piensa que la ambulancia llegara a tiempo, pero yo sé que no es así, sé que no soy tan fuerte como para aguantar un solo minuto más de sufrimiento.

-No me olvides- es lo último que sale de mi boca, mis ojos se cierran por completo y escucho un grito desesperado por parte de Alex.

El grito de Alex es lo último que logro oír y su cara llena de lágrimas lo último que veo, después de eso todo se vuelve negro y silencioso. Por unos instantes todo se mantiene igual, vacío y silencioso por completo, soy solo yo. Hasta que al mirar debajo veo mi cuerpo herido y lleno de sangre en los brazos de Alex.

-Te amo- lo escucho susurrar mientras abraza mi cuerpo sin vida.

Si hubiéramos tenido 5 minutos más tal vez el final sería distinto.

La Chica De La FeriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora