al día siguiente hyunjin despertó mucho mejor y con alguien a su lado.
aprovechó que su mano descansaba sobre la cintura ajena y trazó ligeramente algunas formas sobre la tersa piel de felix, acariciándolo con ligereza por si lo despertaba. igualmente sentía que era muy temprano para estar despierto, asi que quince minutos después terminó acurrucado junto al lindo pecoso, durmiendo hasta que el peso desapareció de su brazo.
— felix. — llamó, su voz ronca resonando por las cuatro paredes. — ven, durmamos un rato más.
— sigo aquí, hyunjin. — tocó la cara del hombre hermoso con un dedo, mirando sus facciones con detenimiento. — deberíamos levantarnos, ya es tarde.
el mayor negó en voz alta y abrió los ojos para atrapar la cintura del menor con su brazo, pegándolo un poco a su cuerpo para poder descansar su barbilla sobre su cabeza.
— sólo un rato más.
𓆩♡𓆪
hyunjin aplaudió entre risas mientras felix se inclinaba ante él, haciendo una reverencia.
— ha sido un honor, lee felix.
el pecoso rió sonrojado y apartó la mirada, yendo hacia la laptop para buscar otra canción.
eran las cuatro y media de la tarde y tres horas antes felix había ganado la batalla de vida o muerte contra las ganas de seguir durmiendo. bajó a la cocina, haciendo un almuerzo rápido para él y hyunjin.
ya era el cuarto día y debía convencerlo para que acepte quedarse un poco más.justamente esa tarde tenía muchísimas ganas de salir y caminar junto al pelinegro por la ciudad, al menos para respirar aire puro y si lo conseguía, mirar el atardecer con él.
pero se dejó llevar por el mayor y terminaron en el living escuchando música y actuando como si fueran unos adolescentes viviendo su canción favorita.
hwang se acercó a él, sentado a su lado sin saber qué hacer o decir. sólo miraba a felix cantar bajito, con una pizca de curiosidad y una sonrisa.
— te gusta mucho.
— ¿qué cosa?
— la música.
felix sonrió asintiendo con un destello en los ojos, esperanza y felicidad. era algo común en realidad pero la manera en que las palabras sonaron tan suaves, crudas, produjeron que sus pulsaciones sean cada vez más rápidas.
hyunjin también sentía cierta fascinación por la música, lo supo.
llevó su cabeza al hombro contrario y simplemente se quedó así junto él, con los ojos cerrados y respirando tranquilamente.
pensó en todo y a la vez en nada mientras recibía caricias tímidas en la cabeza, el toque tembloroso y cálido le sacó otra sonrisa y un leve suspiro.— me gusta bailar y cantar; intentarlo más que nada, no soy un profesional pero tal vez algún día lo sea. — dijo firme, algo seguro. — ¿y a tí, hyunjin?
— compartimos el mismo sueño, lix. — carcajeó suave. — disfruto mucho bailar, me apasiona en demasía. estoy descubriendo mi estilo y lo llevo realmente bien. eso espero.
ambos perdieron la noción del tiempo al hablar sobre la pasión que sentían por el baile y la música, coincidiendo en literalmente todo y completando la oración antes de que el otro termine de hablar.
se sentía verdaderamente genial.
cada palabra era mencionada con ciertos tonos e intenciones, variando desde la admiración hasta el temor.
hyunjin se entretenía, se entretuvo como nunca jamás hizo y finalmente se conectó con felix. compartiendo los sentimientos en ciertas cosas que el menor contaba con cuidado, temiendo internamente de que las cosas pierdan el sentido por un simple error.
al notar que por la ventana comenzaban a asomarse puntitos brillantes se miraron entre sí, sorprendidos. mierda, todo por el baile, murmuró uno y el otro rió, cómplice.
tanto felix como hyunjin desearon repetir algo así.
— hyunjin. — el nombrado emitió un sonido, indicando que lo estaba escuchando. — te quiero.
felix esperó una respuesta con la mirada en el suelo pero no la obtuvo. hyunjin seguía procesando las dos palabras y él estaba ansioso, esperando cualquier cosa menos un rechazo a pesar de que habían pasado dos segundos desde que lo dijo.
pero no esperó un beso.
hyunjin tomó su mandíbula con delicadeza y juntó sus labios cuando alzó la mirada, besándolo cálidamente, con amor.
notó el torpe movimiento que continuó felix con su boca, el pánico resaltó en sus ojos, y él sonrió internamente antes de comenzar a acariciar su cuello y mejillas con sus dedos en busca de tranquilizarlo hasta lograrlo.
felix tenía sabor dulce, probablemente por los caramelos que comió antes. sus labios eran suaves y esponjosos, una perfección tras otra, pensó hyunjin mientras disfrutaba tímidamente.
el menor se permitió llevar sus dedos al cabello del mayor, enredando cuidadosamente sus falanges entre las hebras suaves pero tirando de ellas cuando sus labios fueron delineados por la lengua del contrario.
al separarse enmudecieron. cada uno queriendo buscar algo correcto que decir o algo que hacer que no fuera volver a besarse como sucedía en las películas.
entonces hyunjin se removió al lado de felix, nervioso, tímido. y mientras intentaba sonar lo menos lastimero posible, dijo:
— ámame, felix. no quiero volver a casa.
ESTÁS LEYENDO
✮: love me, I don't want to go home 𖤐 hyunlix
Любовные романыentre el fuerte diluvio y el leve olor a humedad, hyunjin se abrazaba a sí mismo, temblando un poco por el impacto seco y frío de la lluvia en su cuerpo. estaba perdido y necesitaba orientarse antes de desmayarse. aunque agradeció haberlo hecho. hyu...