Pov: Josie
Escupo mi protector bucal y tiró de las correas de mis espinilleras, dejando caer mi bastón en el césped.
—¡Saltzman! —Alyssa, la capitana de nuestro equipo, me da una palmada en la espalda—. No quiero ver más palos altos. Casi ampuntaste a Dana. Cualquier mierda que te haya distraído, déjala en los vestuarios.
Asiento con la cabeza y ella levanta la voz, dirigiéndose a todo el equipo.
—¡Vamos a refrescarnos, chicas. Y acostarnos temprano. Las veo mañana a las siete.
Cuando las otras chicas comenzaron a charlar y salir a correr a fuera de la cancha, sacó mi botella de agua y me la meto directamente en la boca.
El aire frío del otoño congela el sudo que me pega la camisa a la espalda, pero no es suficiente para enfriarme. Sé exactamente lo que me distrae.
Hope estuvo increíble anoche.
Increíble.
Todavía puedo recordar la forma en la que se veía cuando se corrió, su cabeza estaba inclinada hacia atrás, rosada, temblando y revoloteando contra mi boca. Juro que puedo saborearla.
Quería tener mis manos sobre ella desde el momento en el que la vi el primer día de universidad, pero nunca pensé que sentiría tanto por ella después de tener sexo con ella.
Me cuelgo la bolsa de deporte en el hombro y salgo de la cancha, pensando mucho. Necesito ser cuidadosa, muy cuidadosa con mi próximo movimiento. Estoy en grave peligro de tener sentimientos reales.
Recuerdo la mano de Hope, deslizándose por mi pecho, fue el primer movimiento tímido que hizo para tocarme, mis muslos se aprietan ante el recuerdo.
Tuve que detenerla; no pude hacerle frente.
Estoy segura de que si dejo que me toque, las últimas barreras que tengo se romperán y me enamorare de ella. Qué es lo peor que puedo hacer. Incluso ahora, todo lo que quiero hacer es besarla de nuevo. Quiero abrazarla. Quiero acurrucarme a su pequeño, suave y cálido cuerpo, quiero estar con ella todo el tiempo.
Estoy jugando con fuego. Cuando llego a casa, toda asquerosa y cubierta de sudor, Hope está en el salón. Se ha quedado dormida en el sofá de cuero, está acurrucada en una manta rosa. Se ve tan linda que me quedo de pie mirándola durante unos segundos. Ella se mueve.
—Eres asquerosa —murmura, sin abrir los ojos.
—¿Qué?
Ella levanta sus brazos hacia mí, pidiéndome que me acerque.
—Estoy sudada —le digo mientras me acerco. Ella niega con la cabeza y toma mis manos, tirándome con ella hacia el sofá.
—Hueles bien cuando estás sudada —ella murmura, poniendo su rostro en la curva de mi cuello.
Ella lleva unos pantalones cortos de pijama sedosos, su suave muslo se presiona contra mi pierna desnuda. Respiro hondo.
—¿Adolorida? —pregunto. Ella me mira con los ojos entrecerrados.
—Cállate —ella responde.
—¡Es una pregunta de verdad!
—Estoy bien. Gracias. Sólo intento terminar de leer antes de irme a casa este fin de semana. —Ella bosteza y se acurruca como un gato—. Pero me sigo quedando dormida.
—¿Estás deseando que llegue tu cumpleaños?
—Mm. Será bueno ver a mi mamá. Sin embargo, probablemente sólo querrá hablar sobre lo que haré después de graduarme. Y eso siempre es deprimente.
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Lecciones privadas - Hosie
Fiksi PenggemarEste fanfic es una traducción de "Private Lessons" Todos los @DerechosDeAutor son pertenecientes a @HosiePublisher