• prólogo •

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A veces, el destino podía ser injusto, lo suficiente como para llevarnos a cometer acciones injustas, las cuales terminaban desencadenando sucesos que simple y sencillamente te condenaban para toda la vida

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A veces, el destino podía ser injusto, lo suficiente como para llevarnos a cometer acciones injustas, las cuales terminaban desencadenando sucesos que simple y sencillamente te condenaban para toda la vida. Eso lo sabía a la perfección, porque mi propia familia me había orillado a actuar por supervivencia.

Aún tenía recuerdos de aquel día, habían quedado grabados en mi memoria y en mis manos, esas mismas que ahora estaban disfrutando de su libertad, en algún momento estuvieron manchadas de sangre, sujetas a unas esposas.

Dicen que parpadear nos toma trescientos milisegundos y ese fue el tiempo suficiente que se me dio para cambiar el rumbo de mi vida. Las cosas estaban hechas, no había vuelta atrás, me encontraba pagando por el peso de mis acciones, pero aún con todo lo que había pasado, no sentía arrepentimiento, porque fui liberado de las cadenas que me apresaron por años y nada, ni nadie, ni siquiera las verdaderas cadenas a las cuales había sido atado, podían robarme la paz que obtuve aquel día, el día en que levanté un cuchillo en contra de mi progenitor.

Sabía que no sería perdonado por ello, ya que llevaría esa marca por el resto de mi vida, pero no importaba, por lo menos había terminado de pagar mi deuda aquí en la tierra, después podría pagar lo que resta cuando muera.

— ¿Kim Seokjin? —una extraña voz me hizo alzar mis ojos del suelo, dónde con anterioridad los tenía fijos, porque la luz del sol me lastimaba. Salía de prisión, por lo tanto había pasado un tiempo desde que veía esa intensa luz solar con tanta claridad.

Recorrí con la mirada a ese hombre que me hablaba por mi nombre, como si me conociera, lo cual era ilógico, ya que había estado incomunicado del mundo exterior por alrededor de cinco años. Toda esa situación consiguió que frunciera el ceño, mientras me cruzaba de brazos, prestando más atención a la persona frente a mí.

— Seokjin, solo Seokjin —corregí en respuesta, no deseaba volver a ser llamado con ese apellido—, ¿Puedo ayudarlo en algo? Aunque lo dudo mucho, como puede darse cuenta, estoy saliendo de la cárcel. No esperaba visitas —agregué, utilizando un tono bastante tranquilo para ser un exconvicto, lo cual logró mi objetivo, que fue desconcertar al atractivo sujeto que tenía a tan solo dos pasos de distancia, parecía un abogado con ese pulcro traje negro, junto a un maletín del mismo color.

Creía que venía a cobrarme las deudas de mi difunto padre, pero lo que sucedió después solo terminó por confundirme más. Ladee mi rostro cuando me fue extendida una extraña tarjeta que lucía hecha de un cartón barato, esta tenía unas peculiares figuras geométricas dibujadas con tinta negra.

— Tenemos una oportunidad para ti, Seokjin —habló de repente, dedicándome una cálida, pero rara sonrisa—. Llama a este número si te gustaría participar en una serie de juegos que hemos preparado especialmente para personas en una condición similar a la tuya. Te aseguro que no te arrepentirás —Cuando finalizó, volvió a insistir extendiéndome esa tarjeta. La examiné por unos segundos, sabiendo que tal vez estaba cometiendo un error al considerar tomarla, pero al mismo tiempo sabía que no tenía nada que perder si era alguna clase de estafa.

Así que, suspirando, dirigí mi vista una vez más hacia aquel hombre, el cual solo atinó a ensanchar su sonrisa al ver que recibí el objeto entre sus dedos. Sin más que decir, se marchó, no sin antes hacer una cordial reverencia, diciéndome que ojalá tomara una decisión pronto, ya que los lugares de ese dichoso juego se estaban agotando.

No pude evitar sentir un mal sabor en mi boca, no sabía en lo que me estaba metiendo y aún así acepté la tarjeta, ni yo me entendía; había salido de un problema para después meterme en otro. Me encontraba en un gran dilema, pero una vez más, no existía vuelta atrás, tendría que hacerme cargo de mis decisiones, esperando que esta vez fuesen las correctas.

 Me encontraba en un gran dilema, pero una vez más, no existía vuelta atrás, tendría que hacerme cargo de mis decisiones, esperando que esta vez fuesen las correctas

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|Squid Game|
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Yo llegando con una nueva historia uwu

Ojalá la disfruten tanto como yo al escribirla. Gracias por su apoyo 🥺

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2022 ⏰

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