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Natasha siguió consolando a la pequeña Hela que no dejaba de llorar, Steve y Tony no estaban seguros de que hacer, el hecho de ser padres primerizos lo hacía todo mucho más complicado, ya que imaginaban pasar cada etapa con Peter y no saltarse varios años teniendo a una niña de cinco y un bebé, aunque de hecho nadie estaba seguro de que hacer.

-Fury debe saber esto- dijo Steve cuando los sollozos de la niña se calmaron un poco, -También el resto del equipo, mañana habrá que ir al complejo-

-No tenía ganas de trabajar mañana Rogers- respondió Tony con voz cansada y recibiendo un beso por parte de su esposo, -Aunque con trabajo o no, mañana habrá mucho que hacer-

Hela se separó un poco del pecho de Natasha para mirarlos a ambos, aun con un poco de temor pero tratando de entender un poco lo que ocurría a su alrededor.

-Pero por ahora hay que dormir-

-¿Dónde va a quedarse?- preguntó Natasha cuando sintió como Hela se hizo bolita al ver que Tony se acercó a ellas.

-Por el momento en uno de los cuartos para visitas pero lo acomodáremos mejor después-

Tony le tendió la mano a la niña y está con miedo la aceptó, entre él y Natasha llevaron a Hela de la mano hasta el cuarto donde iba a dormir, al entrar pudo ver que la cama era enorme y abarcaba un gran espacio de la pieza, había una ventana y un sofá pegado a esta, un closet, un baño y una mesita de noche con una lámpara, todo en tonalidades grises, y esta falta de color hizo sentir incómoda a la niña, la arroparon bien pero no parecía querer dormir.

-Tengo miedo- susurró Hela esperando que su madre llegara a rescatarla.

Steve vio que Tony y Natasha no estaban muy seguros de que hacer, así que con una idea en mente se acercó a la orilla de la cama cerca de la pequeña.

-No debes tener miedo, aquí vas a estar a salvo-

-Pero estoy sola, no quiero estar sola- si bien estando en ese mundo muerto estaba relativamente sola, siempre tuvo a su madre, por eso ese sentimiento se creó justo al separarse.

-Tengo una idea- Steve fue rápido al cuarto de Peter en silencio pues su pequeño hijo ya dormía en su cuna, observó el cuarto analizando que podía agarrar, su azulada mirada dio a parar a una pila de peluches, entre estos resaltaba un caballo de color gris con negro que sin dudarlo mucho lo tomó y regresó al cuarto, -Mira, Peter tiene muchos juguetes y debe compartir, este caballito ahora es tuyo y te va a acompañar siempre para que no estés sola-

Hela abrazó el regalo y le agradeció por darle su primer juguete de Midgard, los tres adultos salieron del cuarto cerrando la puerta.

En la madrugada, Tony se levantó para cambiar a Peter, cuando regresaba a su habitación no pudo evitar asomarse al cuarto de Hela, para su sorpresa la encontró dormida en el sofá que estaba pegado a la ventana aferrándose al caballo que recién le fue dado, la vio con pena y tristeza, esa niña no merecía nada de lo que pasó, por más que en él aun hubieran ciertas dudas, él sabía perfectamente que ella no tenía por que pagar un precio tan alto. Se quedó recargado en el marco de la puerta hasta que un ligero beso en su cuello y un abrazo lo hicieron reaccionar.

-Steve ¿En que nos hemos metido?-

-Calma mi amor-

-¿Si sabes que nos saltamos varias etapas verdad?, Peter aun es un bebé, una niña de cinco años es mucho, no sabemos nada-

-Pero yo se que lo haremos bien, aprenderemos con la marcha, todos tenemos mucho que aprender-

-Odio cuando suenas tan tranquilo-

~Queen of Mean~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora