Peor miedo

888 56 0
                                    

Geralt x OC


—¡Por los dioses! ¡Geralt, T/N!

Tu peor miedo se había vuelto realidad cuando viste a tu hermano de pie en el filo de la puerta. Habrías querido que fuese el encargado de la taberna quien inrrumpió en la habitación o cualquier otra persona, pero no tu hermano.

Observaste a Jaskier, su expresión juguetona no estaba en su rostro, tenía una mezcla entre confusión y enojo, algo que no habías visto en mucho tiempo; comenzaste a sentirte nerviosa.

Miraste directamente a los brillantes ojos del brujos esperando a que se levantara o hiciese algo, no obstante, el contrario no se movió y permaneció encima de ti.
Decidiste darle un empujón para que se apartara de tu y, por el susto del momento, no recordaste que él estaba dentro de ti y no pudiste evitar soltar un gemido.
Cubriste tu sonrojado rostro con las mantas de la cama.

Jaskier entró hecho una furia y agarró del brazo al brujo, quien a penas logró agarrar una almohada para cubrir su desnudez, y lo sacó de la habitación sin decir absolutamente nada.

Te quedaste sentada sobre la cama intentando escuchar lo que sucedía fuera, aunque lo único que lograste escuchar fue el bullicio de la taberna de al lado. Hiciste una mueca resignada y te limitaste a colocarte tu ropa para luego ordenar un poco la habitación para distraerte de la situación.

Comenzaste a pensar en lo que acababa de suceder.

Desde que habías conocido a Geralt fue casi imposible no ignorar lo atractivo que era, su porte y físico te atraía, pero nunca lo hiciste evidente hasta que él te vio hablando con un chico de un pueblo y se acercó a ti de forma posesiva. Puede que en ese momento te molestaste por su reacción, poco después meditaste al respecto encontrando atractiva esa reacción. Ambos comenzaron a lanzarse pequeños comentarios en forma de coqueteó y, de pronto, su relación comenzó a cambiar.

Dejaste de ver a Geralt como un simple amigo de tu hermano o guadarspaldas. Y él dejó de verte como la molesta hermana del bardo.

Ninguno de los dos comentó nada al respecto con Jaskier porque sabían que él no estaría de acuerdo con su relación. Ambos podían ser muy amigos, sin embargo, existía un límite.
Y que los descubriera era lo que más te atemorizaba.

Temías que Jaskier entrara a la habitación nuevamente con un ojo morado o un hueso roto porque conocías la lengua de tu hermano y capacidad que esta tenía, seguramente podría ofender y maldecir al bardo.
Aunque jamás imaginaste que quien iba a entrar lastimado fuese Geralt.
Al verlo, te cubriste la boca por la sorpresa mientras el peliblanco se acercó a ti dándote una mirada caomante.
Detrás de él, aún se encontraba tu hermano de pie en el marco de la puerta, observándolos como ave a su presa.

Geralt se vistió, luego tomó sus cosas y, con una débil sonrisa, salió de la habitación, Jaskier cerró la puerta detrás de él mirándote molesto.

—¿Que le has dicho a Geralt?— lo enfrentaste.

—Que se fuera


—¿Qué se fuera? Jaskier, ¿por qué?— preguntaste dolida.


—¡Porque quiero hablar contigo, idiota!


—¡A mi no me vas a decir idiota, idiota!


—¡Yo te digo como quiera!


—¡Soy mayor que tu!


—¡No me importa, T/N!— exclamó exasperado y agitó su cabello intentando calmarse.

—Bien, Julian, dejemos de gritar como niños malcriados y explícame todo esto— cruzaste los brazos esperando una respuesta.

El otro suspiró rendido.

—Es algo muy simple, T/N, no me parece que ustedes estén jugando de esa manera

—¿Y a ti qué te importa? Es algo entre nosotros y tu no tienes derecho a comentar nada al respecto. Tampoco tienes derecho a decirme con quien o no estar— dijiste a la defensiva.

—Entiendo tu punto y lo respeto. Soy poeta, hermanita, soy quien más apoya las relaciones románticas, sin embargo esta es diferente

—¿Por qué esto es diferente? Dime que deseo comprender— Jaskier se sentó a su lado en la cama y tomó su mano.

—Porque la probabilidad de que regrese de un trabajo es impredecible y no quiero verte sufrir, ¿entiendes?

Permaneciste en silencio por unos instantes meditando lo que Jaskier había expresado y, en cierta forma, tenía razón. Geralt era un hombre que se hallaba en constante peligro y nunca se sabía si iba a regresar herido o con vida. El trabajo que ejercía era demasiado peligroso e impredecible, como había dicho su hermano.
Sin embargo, tu lo amabas y estabas a dispuesta a sufrir por él. O ¿solo era por la emoción del momento?.

—Si, tienes razón—comenzaste a decir cuando tu voz se rompió —. Pero yo lo quiero mucho

—Lo sé, yo también— dijo él rodeándote con sus brazos para abrazarte.

Comenzaste a llorar imaginando la situación en que Geralt no regresara de un trabajo, lo perderías todo. ¿Valía la pena sufrir tanto por amor? No lo sabías realmente.
Intentaste ya no pensar en ello, aunque era casi imposible.

Jaskier se quedó a tu lado hasta que dejaste de llorar y te dormiste. Él decidió ir a deleitar a las personas de la taberna de al lado con su nuevo repertorio musical mientras tu descansabas.

Pasaron unas horas hasta que te despertarse asustada porque tuviste una pesadilla en la que Geralt había luchado contra uno de los tantos monstruos que habitaban el bosque y viste como esa criatura lo mataba.
Jaskier te hizo sufrir más que el mismo brujo.

—¿Geralt?— dijiste al ver una sombra sentada cerca de la ventana.

—T/N— se volvió hacia ti observandote con ternura y fue hasta donde estabas.

—¿Estás bien?

Él asintió y te sentaste en la cama haciéndote a un lado para que se colocara a tu lado.

—¿Qué te dijo Jaskier?— interrogaste.

—Me amenazó— respondió —. Fue justo, T/N, no te molestes con él

—Lo sé— apoyaste tu cabeza en su hombro —. ¿Me prometes que intentarás estar a salvo siempre?

—Siempre que pueda

—No, no digas eso. Necesito que huyas de los problemas aunque sean un trabajo, luego lo solucionaremos

A pesar que el brujo prometió estar siempre a salvo y no meterse en problemas, el destino tenía planes para él y por ello lo ató a la princesa de Cintra.

Geralt no estaba dispuesto a romper la promesa que te hizo, sin embargo, no tenía otra opción.

Lanza una moneda  [One-Shot's]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora