Dos

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Desperté normal y la misma rutina diaria solo que la sensación, esa sensación seguía sin desaparecer la sentía en mi nuca cada que me daba la vuelta

Estuve así dos semanas aproximadamente

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La luz es molesta, abro mis ojos y trato de acostumbrarlos a la luz.... Demasiado brillo, demasiado para ser el que sale de la ventana de mi habitación.......

Un momento....

Juraría que baje la cortina.....

Mis ojos se acostumbran a la luz, ni estoy en mi habitación estoy en un lugar un poco tétrico un cuarto blanco, no hay nadie, llevo un vestido blanco el cabello suelto y.... No llevo ropa interior....

El pánico se apoderó de mi, el miedo me consumía y hubiera gritado de no ser por qué escuché pasos fuera de la habitación lo mejor que atiné a hacer en ese momento fue cerrar los ojos y fingir que seguía dormida

+Se que estás despierta, escucho tu respiración aterrada hasta afuera  -Dijo con tono serio y autoritario-  Mírame, abre los ojos -Ordenó- Obedece.

-Quien es usted? Que hago aquí? -abri mis ojos observando al mismo hombre ese que veía tan seguido en la cafetería aunque no se por que ahora Lucia tan aterrador, vestía un traje negro hecho a la medida ye miraba con seriedad a tal punto de ponerme nerviosa-

+Sabes? Haces demasiadas preguntas... Eso es molesto y no quieres que me enfade cierto cachorrita?

-Como? (Acaba de llamarme cachorrita? Este quien se cree?) No entiendo que está pasando.... -Dije un poco seria manteniendo mis ojos fijos en los suyos mientras el me observaba con una mirada penetrante y algo demandante-

+Te explicaré algo cachorrita, desde hoy -se acercó a mi oído y Mendi cuenta de que no podía moverme ya que me mantenía atada en la cama- Tu eres mía, entendido?

-Estas loco?! Que te pasa!? Suéltame!! Enfermo!!

Empezé a patalear y gritarle tratando en vano de liberarme de las amarras

+No no no.... Niña mala *dijo con un tono de voz tranquilo pero haciendo que mi piel se erizara por completo* Mereces un castigo.... *Se acercó a mi haciendo un movimiento en las amarras deja dime boca abajo, mis alertas se encendieron cuando empezó a subir mi vestido a la altura de mis caderas dejando mi trasero expuesto y a su Merced* Vas a contar... Entendido? -No entendí a qué se refería pero por el tono que uso no quería averiguarlo- Contarás cada azote y si no lo cuentas te daré dos más -Dijo autoritario-

No tarde mucho en sentir el primer azote en mi trasero robándome un grito y recordé lo que dijo sobre contar el pareció esperar que enumerará por qué luego de azotarme acaricio mi trasero lentamente

-U~uno.... *Dije en voz baja*

+Buena niña

Sentí el segundo azote y nuevamente acaricio mi trasero

-Dos.. -La Respiración se me aceleró de repente y me costo enumerar-

Sentí el tercer azote y estuvo así hasta completar díez azotando y acariciando en un ciclo constante, sentía ardor en mi trasero pero al mismo tiempo sentí algo más... Tal vez y solo tal vez sentí algo de placer....

+Eres tan mía.... -Sentí como beso mi cuello aún teniendome boca abajo y escuché como bajo la cremallera de su pantalón-

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Abrí los ojos de golpe una capa de sudor recorría mi cuerpo y un sonrojo adornaba mis mejillas, tenía las bragas mojadas y acababa de despertar de un sueño algo intenso, suspiré con fuerza dándome cuenta que tan solo fue un suelo a pesar de que yo lo sentí tan real y aún era de noche, fui al baño me dice con agua fría y volví a dormir sin evitar recordar ese sueño

DESTROZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora