En el árbol me hallo,
no me veo,
no me ves,
pero ya a ti si.
Éste árbol crece a raíz de los muertos en combate.
Ya no escucho a los dioses llamándome a ras del suelo.
Las raíces brotan sin cesar,
levantando el suelo junto a los cadáveres de vidas pasadas,
con el objetivo de dar de comer a la muerte.
Por si no lo sabías,
yo soy el encargado de segar la vida,
para arrancar las almas de los que yacen en la superficie,
para así poder devorar el subsuelo.
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Memorias de un niño roto
Storie breviMemorias de un niño roto consta de una gran variedad de relatos, cada uno con diferentes significados, la pura realidad, dolor, amor, amistad... Es decir, todo lo que nos rodea. Adéntrate en este mundo, desde el punto de vista de un niño que con el...