Cap16: No la das

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It's easy [Es fácil] —. Ottawa apoyó el mentón en su mano, observando al venezolano —. Ahora tú.

— No entendí ni medio'e mierda.

El canadiense se tapó la cara con las manos, con ganas de estrellar la cara contra la mesa.

— Ni lo intentes, Mérida nunca entiende nada —. Trujillo le palmeó el hombro, sentándose en la mesa —. Mérida, te traje comida.

— Verga, ¿Y eso? —. Agarró el tupper que le daba su hermano con una mueca —. ¿Es comida de perro?

— Yo no te haría eso —. Trujillo se indignó —. Táchira sí, yo no.

—. Bueno, gracias —. Destapó el perol, viendo dos arepas pálidas en él —. Arepas andinas, ven que te beso.

— Asco, deja la maricura y dale a tu novio.

Trujillo frunció el ceño cuando ninguno lo negó y empezaron a comer, en silencio pensó en maneras de hacerles bullying más tarde.

— ¿Quién las hizo?

— Táchira.

Mérida hizo amago de escupir lo que ya tenía en la boca a lo que su hermano rió —. No les hecho nada, esas se las robe de las que le llevo a Vargas, también había chicha pero no tenía donde traerte.

— Te voy a creer.

— Bueno, par de tórtolos, me voy —. Se levantó, estirándose —. Cuida'o con una vaina —. Revolvió el cabello de su hermano con cariño.

— Sí, sí.

Ottawa observó al venezolano alejarse, antes de regresar su mirada al que comía a su lado —. ¿Tu papá es una fotocopiadora?

Mérida se ahogó con un pedazo de arepa de la risa —. Trujillo y yo ni nos parecemos.

You're prettier.

— Le voy a decir a mi hermano que le dijiste feo.

— Me pongo cursi y te pones mamón —. Mérida se empezó a reír incontrolablemente, hasta que sentía que iba a llorar.

— ¿Quién te. . . —. Se limpió las lágrimas, contagiando a Ottawa con la risa —. ¿Quién te dijo esa vaina?

— Ayer jugué mucho play con Ciudad de México.

Mérida solo siguió comiendo, tratando de ignorar la mirada del canadiense hasta que se sintió nervioso.

— Deja de verme.

— Deja de ser tan bonito.

Mérida giró la cabeza avergonzado, haciendo a Ottawa reír.

Caracas "leía" un libro, observando a lo lejos a su hermana y al tal Berlín

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Caracas "leía" un libro, observando a lo lejos a su hermana y al tal Berlín. El chico parecía muy normal y todo bien hasta que se dio cuenta de que alguien tan normal no se podía fijar en su hermana.

Las aventuras de Caracas adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora