IV

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Las altas nubes iluminadas por el sol flotaban sobre un cielo azul claro.
Una brisa agradable soplaba sobre 
el rostro de las cinco ciclistas mientras pedaleaban sobre el pavimento.

La chica de cabello violeta comenzó a pedalear con velocidad para adelantarse, algo cansada de ir detrás de las dos parejas frente a ella.

-¡Hey! -Exclamó Kiara.
-¡No vayas tan rápido, Ina!

-¿Quieres una carrera? -Exclamó Gura, completamente sudada y jadeando.

-No deberías Gura, eres como un pez fuera del agua. -Comentó Kiara.
-...
-¡En una bicicleta! -Añadío.

-Dejémosla tranquila, ¿si? -Dijo Calli, mirando sobre su hombro.

Mientras tanto, Ina se encontraba pedaleando cuesta abajo, la fuerza del viento dandole en el rostro y despeinandola.

No quedaba lejos, pero siempre preferían ir tranquilas y conversando mientras tanto.
Pero, al ser impar siempre una persona quedaba fuera del grupo.

Raras eran las veces que Ina quedaba dentro del grupo, pero no le importaba demasiado.

Esta vez se adelantó un poco más, aprovechando la pendiente en bajada del camino.

Apenas podía oír las voces de sus amigas sobre el sonido del viento en sus orejas.

Vio un pequeño grupo de personas sentadas en una esquina mientras bajaba su velocidad para doblar.

Apenas la vieron la reconocieron al instante, era la chica rara del cabello violeta.
Como reto, comenzaron a arrojarle piedritas y latas vacías que tenían cerca.

La chica comenzó a pedalear rápidamente mientras se cubría el rostro con una mano libre.

No estaba prestando atención a la calle, cuando chocó de frente contra algo metálico.
Apenas tuvo tiempo a gritar antes de salir despedida por el medio de la calle.

Un desgarrador grito resonó por las calles de la ciudad, haciendo que a él pequeño grupo se le pusiera la piel de gallina.

Rápidamente subieron la velocidad y llegaron a aquella calle en la que se encontraba Ina.

Calliope fue la primera en llegar, y se le congeló la sangre al ver a Ina de espaldas sobre el pavimento.

Sus piernas estaban dobladas en un ángulo no natural, mientras se retorcía de dolor en el suelo.

Saltó de la bicicleta y la dejó caer al suelo, corriendo a ver a su amiga agonizante.

-¡INA! -Exclamó, alterada.

Se arrodilló junto a ella e intentó calmarla mientras la chica lloraba desconsoladamente.

El resto del grupo llegó segundos después, igual de agitada que ella.
Amelia fue la primera en llegar, marcando rápidamente un número en su celular.

Gura parecía estar al borde de las lágrimas, sosteniendo la mano de Kiara, quien estaba acariciando su cabello y dicendole que todo iba a estar bien.

La pelirrosa se sentía tan impotente.
Se suponía que ella era la más madura en este grupo, y solamente estaba parada mientras Amelia se encargaba de todo.

Sus manos temblaban, pero intentó disimularlo, cruzando los brazos.

-N-No deberíamos.. 
-¿Moverla? -Preguntó Kiara, siendo la primera en hablar.

-No. -Respondió Amelia, cortante.
-Ya llame a la ambulancia, pero tardará en llegar.

-¿Entonces? -Preguntó Calliope.

Nuestro tiempo. [ Ina x Polka ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora