Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)

Capítulo 31

El Dragón

Dos días habían transcurrido desde la ida de Namjoon al otro mundo, Hoseok y Jin se dividían algunos tiempos para poder ir por comida u otras cosas y así no dejar el cuerpo solo por si llegaba a convulsionarse.

En esos dos días ambos seres se habían unido más, hablaron sobre ellos y se conocieron aún mejor. Y por su lado Namjoon estaba disfrutando bastante, alimentaba el odio de aquel joven y eso lo hacía sentir poderoso.

La chica adolescente que secuestró provocó que el hombre que buscara volviera para salvar a su hija, pero lo que no se esperaba fue que la mente de aquel jefe de la mafia se volvió más oscura gracias a Namjoon, lo que hizo que el joven mandara a matar a este hombre en conjunto de su hija, su esposa y sus padres, todo como un acto de cruel venganza, siendo así su primer asesinato a mano propia, ya que siempre solía mandar a los demás a hacer el trabajo pesado.
Él mismo se ensució las manos asesinando al hombre causante de su rabia, luego de haberlo torturado de la manera más despiadada posible, guardó los ojos del hombre en un frasco con un liquido que ayudaba a que se mantuvieran en buen estado. Esto fue más que nada una petición de Namjoon, ya que amó el bello color esmeralda de los iris de aquel hombre.

Los trabajadores de Dong Yul se dieron cuenta de su jefe había cambiado de un día para otro, el nunca se había atrevido a manchar sus manos asesinando o torturando a alguien y notaban como sus propios ojos parecían más oscuros que antes, aunque un brillo los adornaba cada que algo malvado cruzaba por su mente. Jamás imaginaron que un demonio había poseído su cuerpo, después de todo la gran mayoría eran ateos y no creían en cosas como esas.

Namjoon se encariñó de aquella mujer que era pareja de su recipiente, después de todo compartían el mismo cuerpo y algunos sentimientos comenzaban a mezclarse con el alma del demonio. Cada vez que el joven se involucraba sexualmente con su pareja, la lujuria de Namjoon recorría completamente el cuerpo de Dong Yul volviendo a ese joven un experto en la cama.

Namjoon solo era un inquilino en ese cuerpo, por lo cual cada vez que ellos tenían relaciones, disfrutaba del espectáculo, al ser el noveno príncipe infernal no podía impedir estar contento con aquel show que sus ojos presenciaban.

Desde el primer día Namjoon había conseguido lo que buscaba, pero no quería dejar aún ese cuerpo, se sentía cada vez más intrigado en la vida de aquel joven, lo quería llenar de maldad, después de todo el ya estaba involucrado en cosas turbias, solo le daría un empujón.

Pero al llegar el cuarto día todo se descontroló, Namjoon ya debía volver, pero no quería hacerlo, se aferró a mantenerse en aquel cuerpo, disfrutando de la vida de aquel hombre, esto provocó que el cuerpo de Namjoon comenzara a tener problemas, el demonio al estar tan aferrado a mantenerse en ese otro mundo su cuerpo ya no era necesario, por lo cual ya debía ser desechado.

Hoseok y Seokjin estaban en el sótano jugando un juego de mesa creado por Jimin cuando era un pequeño infante, era un juego hecho con troncos, ramas y plantas, Hobi era feliz cada vez que lo jugaba, le recordaba mucho a su infancia y Jin disfrutó de pasar tiempo con el hechicero, aparte de que también le había agradado mucho la dinámica del juego ya que no era difícil de entender.

Cortaron esta diversión en cuanto escucharon ruido junto a ellos, rápidamente ambos voltearon a ver al cuerpo de Namjoon, el cual comenzó a moverse suavemente, ambos creyeron que ya estaba por volver, por lo que se pusieron de pie de sus respectivos asientos y se acercaron a él, pero se dieron cuenta que estaban equivocados cuando el cuerpo del demonio comenzó a moverse bruscamente, dándoles a entender que debían actuar en ese instante.

Hoseok sacó la daga que Namjoon les había entregado días antes y se acercó al cuerpo, entrando con cuidado al heptagrama para no destruir nada, pero un miedo lo recorrió enteramente, impidiéndolo atreverse a hacerlo, el alma de Namjoon, al estar tan aferrado a la vida humana, mandó un miedo infinito al que intentara hacerlo volver provocando fuertes alucinaciones en el que intentara sacarlo. Lamentablemente Namjoon olvidó mencionárselos antes.

Hoseok se quedó de pie viendo el cuerpo de Asmodeo, el cual en su mente, era su maestro, rápidamente las lagrimas inundaron sus ojos, se quedó petrificado al ver esto, cayó de rodillas frente al que creía que era su maestro dormido, tomó sus arrugadas mejillas sin dejar de llorar.

- ¡¿Qué haces Hoseok?! - Preguntó Jin desde fuera del heptagrama, confundido se acercó un poco más. - Entierrale la daga ya. -

- No puedo lastimar a mi maestro. - Habló entre llanto mirando con dolor al que creía que era su maestro. - Papá, despierta, te extraño tanto. - Susurró con la voz quebrada.

- Hoseok, no sé que estás viendo, pero ese es Namjoon, debes enterrar la daga ahora. - Gritó algo molesto, pero al ver que el hechicero no reaccionaba, decidió entrar al heptagrama y hacerlo el mismo.

Al hacerlo, en su mente, el cuerpo de Namjoon se convirtió en su madre, estaba con los ojos entre abiertos, se notaba que estaba con vida.

- ¿Mamá? - Preguntó incrédulo acercándose al cuerpo de su madre. - Te extrañé tanto, creí que iba a olvidar la imagen de tu rostro, papá no me permite ver tus fotos, las escondió en la bóveda de sangre y nunca habla de ti. - Las lagrimas no tardaron en hacer presencia en el vampiro, quien se colocó junto al hechicero, ambos de rodillas mirando a sus respectivas alucinaciones.

Jin volteó a ver a Hoseok notando la daga siendo apretada en su mano, ahi su mente volvió ligeramente a la realidad, debía salvar a su amado. Acercó su mano lentamente a la del hechicero tomando fácilmente aquella daga, sin querer mirar a su supuesta madre, levantó la daga y estuvo por enterrarla en el cuerpo, pero la voz de Crina lo detuvo.

- Cariño, ¿qué haces? ¿intentas matarme? - Preguntó débilmente, jugando con la mente del vampiro, quien intentó luchar contra esa alucinación, sabía dentro del él que no era real, pero una pequeña esperanza florecía desde su corazón.

- ¡Tu no eres mi madre! - gritó Jin enterrando de un solo movimiento la daga en el cuerpo convulsionado de Namjoon.

Hoseok por su parte gritó con fuerza y se abalanzó contra Jin, en su alucinación vió como Seokjin había asesinado a su maestro supuestamente dormido y lanzó un fuerte golpe, impactando directamente en la mejilla del vampiro. Jin no se quedó atrás, la rabia invadió su cuerpo gracias a los malos sentimientos que aquel heptagrama les había dado.

Así fue como ambos comenzaron a pelear gritándose cosas bastante dolorosas, ya que esos días se habían abierto a hablar desde muy dentro de ellos.

- Por eso tu padre te alejó de todo lo referente a tu madre, porque eres un asco de vampiro. - Gritó Hoseok sin dejar de golpearlo.

- Tu maestro no te dijo del reloj porque no quería pasar más tiempo contigo, por eso no te permitió que lo salvaras. - Respondió el vampiro con el mismo odio.

Seguían golpeándose, estaban tan metidos en aquellos malos sentimientos, que no se dieron cuenta cuando Namjoon volvió a su cuerpo luego de un dolor tan fuerte que lo hacía sentir ser quemado desde dentro. Sus fuerzas habían sido considerablemente reducidas, para que no luchara al volver a su cuerpo.

Nam se quitó aquella daga enterrada con la poca fuerza que le quedaba, y observó como aquellos dos seres no dejaban de pelearse y gritar cosas dolorosas.

Se puso de pie con bastante dificultad y se acercó a ellos buscando separarlos, gastó toda su energía en intentar alejar aquellos sentimientos oscuros que había dentro del heptagrama, esto provocó que cayera desmayado sin nada de fuerza.

Los seres que se estaban peleando volvieron a la realidad sintiendo bastante dolor en sus cuerpos gracias a los golpes y la energía que perdieron a causa del heptagrama, se disculparon por lo ocurrido y se quedaron recostados en el suelo, hasta que el vampiro recordó a Namjoon, rápidamente se puso de pie y lo observó inconsciente en el suelo, de su pecho salía un liquido negro y espeso, lo cual era la sangre de demonio.

- Hoseok, rápido ayúdame, hay que curarlo. - Gritó a la vez que corría a su amado

- Hay que llevarlo a una habitación de arriba, ahi lo tratamos. - Y así fue como ambos, con la poca fuerza que tenían. levantaron el cuerpo del demonio y con dificultad lo llevaron hacia el piso de arriba.