- ¿Es en serio Park Sunghoon? - Un Heeseung revestido en un disfraz de médico se cruzó de brazos frente a un Sunghoon con fuertes deseos de ser tragado por la tierra y jamás escupido.
Sunghoon y él se habían estado preparando para Halloween un largo tiempo, prácticamente desde el frío inicio del mes. El pelirrosa era plenamente conocedor de la inmensa pasión de su novio por el otoño y todo lo que este conllevara y, aunque no era precisamente fan de vestirse con ropas de calidad y procedencia cuestionables para convertirse en algún maniaco o monstruo, su novio se había estado sobreesforzando demasiado esos últimos días. El entrenamiento se estaba volviendo cada vez mas exigente, las competencias importantes se asomaban y Sunghoon estaba decido a ganar cada una de ellas.
Realmente deseaba ver una sonrisa en su pequeña carita.
...
Y precisamente ese era el problema: Sunghoon y él habían preparado disfraces de pareja para aquella noche del 31 de octubre, el iría de médico y Sunghoon de enfermero. Habían comprado los disfraces por internet, habían planeado una salida con todos los demás y habían pasado toda la tarde maquillándose (aunque un par de sesiones de inocentes besitos ralentizó un poco el proceso). Todo para que ahora su Sunghoon se tire una sábana sobre la cabeza y decida que irá de fantasma, cubriendo literalmente todo su cuerpo hasta los tobillos y dejando a un pobre y desesperado Heeseung al borde del colapso, al verse sin la posibilidad de disfrutar de la sonrisa de su novio.
- No me queda bien... - Un casi inaudible susurro se desprendió del interior de la sábana y Heeseung pudo jurar que pudo ver las pequeñas lágrimas de su novio.
El peliplata se tensó bajo la cubierta y agachó su cabeza, invitando a su novio a invadir su espacio personal sobre la tela. Él, entonces, envolvió su cuerpo con sus brazos dejando la cabecita llorosa a la altura de su pecho y, tanteando con sus manos, acunó sus mejillas húmedas.
Tras un largo rato de desahogo, fue el propio Sunghoon quien rompió el tierno abrazo entre pequeños sollozos que escaparon, sin permiso, de su garganta.
- Es mi culpa... no pensé que sería tan ajustado... - Poco a poco la voz de Sunghoon se volvía más opaca.
Para Heeseung, ver a su novio siendo tímido respecto a su cuerpo era el mayor insulto a su inteligencia. ¿Acaso está ciego?
...
O tal vez es él quien se ha embriagado de amor hasta el punto de no ver mas allá de la perfección en su novio.
- No tienes que salir así vestido si no quieres... - El semblante de Heeseung, antes relajado, se tensó repentinamente. - No te entiendo... ¡No entiendo qué es lo que está tan mal como para que no quieras siquiera salir! - Exclamó exasperado el pelirrosa levantando la voz. Sunghoon se estremeció. - No lo entiendo... pero lo acepto y lo aceptaré hasta que consiga hacerte entender que estás equivocado.
Heeseung le regaló la mas sincera sonrisa y, con una suavidad digna del algodón mas puro, retiró la sábana da la cabeza del peliplata.
Sunghoon no podía simplemente no llorar ora vez, ¿No?
- No te merezco. - Sunghoon con sus manitas intentaba impedir que las lágrimas cayesen por sus mejillas.
- ¿Mantita y netflix?
- Por favor...
Y finalmente Heeseung pudo ver dibujada una sonrisa en la cara de Sunghoon.
Ya se preocuparía por los demás después.
ESTÁS LEYENDO
Body Mass Index
Short StoryPark Sunghoon se siente intimidado por todas las miradas que le dirigen. Lee Heeseung se siente insultado cada vez que su precioso novio niega su belleza.