Me llamo Lydia Batland y tengo 18 años.
Me encanta escuchar música y montar a caballo.
Cuando tenía 5 años vi por primera vez un caballo, y desde entonces han sido mi animal favorito y en casa jugaba a hacer que montaba en uno. Mis padres me veían jugando siempre a los caballos y les decía a ellos de jugar conmigo. También me acuerdo que para Papá Noel y Reyes Magos solo me pedí cosas que tuvieran que ver con los caballos, ropa con dibujos de caballos, caballos de juguete, etc...
Mis padres al ver que me encantaban los caballos decidieron apuntarme a equitación cuando cumplí 6 años. Desde entonces he seguido practicando y yendo a las clases de equitación hasta el pasado curso.
Hasta el año pasado estuve en una escuela y montaba en un caballo de 13 años que se llamaba Lucky. Era muy cariñoso, cada vez que me veía se ponía alegre y yo corría hacia él para abrazarlo.
La última vez que monté a caballo fue el último día de clases del curso pasado. Le echo y le echaré siempre de menos. Me pone triste recordar esto, pero ha sido por una buena decisión, o eso es lo que creo.
Mi sueño desde que empecé equitación es aprender cada vez más, ir mejorando y convertirme en una gran jinete. De hecho, la decisión que tomé es por esto, para poder seguir y cumplir mi tan deseado sueño.
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El inicio de una nueva aventura
AdventureEsta historia cuenta el comienzo de una nueva experiencia para Lydia Batland, una adolescente de 18 años que lucha por sus sueños y cumplir sus metas. Para saber cuáles son sus metas te invito a que lo averigües por ti mism@...