—A continuación; la aparición de ciertos personajes y escenarios pueden ser externos al contenido oficial del juego, mas necesarios para el desarrollo de la trama—
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El silencio del Abismo era algo de lo que nadie hablaba, pero Ajax sabía que era una de las cosas más inquietantes de estar en él. No había más que un gélido y siniestro vacío en el otro mundo, que solo las criaturas más espeluznantes e inteligentes eran capaz de romperlo, y con nada más que un pequeño cuchillo y un poco de pan aplastado en su bolsa Ajax había aprendido a lidiar con ellas.De ahí partiría su soberbia, del frío roce que el Abismo dejó en su piel y la sangre que derramó a la vista de las mismas criaturas que amenazaron con arrancar su alma de su cuerpo. No quedaba rastro de nada que hubiese caído por ese inmenso vacío; el niño que el Abismo había elegido se crió en lo que tres meses fueron tres días, pero su poder fluirá en él durante el resto de su vida. No sabía, y no entendía, porqué lo habían alejado de allí..., Ajax no sabía, pero Childe si.
—Debes olvidarlo, el Quinto podría estar aquí antes que la noche oscurezca más —alegó Baihe a sus espaldas, con su abrigo de maga cubriéndola de pies a cabeza y el rostro desnudo.
—¿Te asusta la noche? —se burló Childe. Había oído nuevamente cómo el bosque susurraba su nombre; la voz de su hábil maestra recordándole mantener la boca cerrada a toda costa, y el grito de esos magos retumbar en sus sueños. Baihe hizo una mueca.
—He pasado noches más frías y peligrosas que esta, pero nada se comparará con la furia de Pulcinella por tu insubordinación, vamos —tomó a Childe de los brazos en un intento de arrastrarlo, pero su piel estaba congelada y una fuerza descomunal la había empujado lejos del recluta. Observó con conmoción sus ojos, más perdidos que de costumbre.
—Tú sabrás cómo es la verdadera noche, Baihe.
Baihe, era una mujer bastante peculiar en Snezhnaya, su conocimiento al igual que su habla era tan extensa como el cabello oscuro que ocultaba tras el saco. Había enfrentado comentarios como:
—"El ejército no es lugar para una mujer de conocimientos amplios".
—"No necesitamos brujas en Snezhnaya".
—"Tu lugar está en las aulas de Sumeru, no en los campos Fatui".
Y había aprendido a lidiar con ello desde que llegó, mas solo habría una razón para soportar la inhospitalidad de sus compañeros, una que nadie más que ella sabía.
Siguió observando a Childe a sus espaldas, reprimiendo cualquier comentario, reprenda o grosería en sus labios y soltándolo como un profundo suspiro, helado en vapor. Formó una bola de nieve con sus guantes y con fuerza se la arrojó, solo ahí Childe pareció enfocarse.
—Qué remedio, tendré que acompañarte hasta el campo —suspiró.
Dejó que Childe diera los primeros pasos antes de emprender la vuelta con calma; Baihe esta vez acompañando su lado. La residencia del campo quedaba a unos kilómetros más al Oeste, siguiendo un sendero que ahora estaba cubierto por nieve. La noche cubría el bosque que separaba a la Fuerza de Snezhnaya de su gente; y más al Noroeste, el Palacio Zapolyarny se alzaba entre sus vientos descomunales; y la noche no lo lucía, pero ante los primeros rayos del sol, era imposible no notarla.
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Arrebol - Zhongchi
FanficEl Dios de los contratos y el defensor de los sueños de la infancia formarán un lazo que los ata de por vida; literalmente.