Un amigo de la infancia. (1)3 de febrero.
Se encontraban Julieta Gonzales, junto a su hermano mayor. Toda su vida habían comparado a la muchacha de cabello castaño con su hermano mayor, él siempre fue el niño prodigio de la familia, el mejor en todo. Buen futbolista, buen estudiante, buen amigo, buen hijo y buen hermano. Tabor González, Tabo para los amigos.
Esa noche de sábado Thiago tenía planeado hacer una reunión con amigos, algo "tranqui" pero lo cierto es que las juntadas "tranquis" que organizaban siempre terminaban en fiestas o como refugio para adolescentes, donde podían hacer lo que quisieran. Cualquier excusa es válida para tomar y drogarse a esa edad. Thiago vive solo desde que cumplió sus 18 años, sus padres de regalo le dieron las llaves de un departamento hermoso que quedaba alejado de todos los otros de la zona. Barrio privado, obvio. Thiago y su familia son lo que Julieta llama "chetos, pero humildes" siempre fueron una familia adinerada pero nunca presumieron de esto último como la mayoría de las personas que los rodeaban hacían. Thiago y Julieta se conocieron gracias a Tabor, en uno de sus cumpleaños. Desde el momento uno sintió conexión con el pelinegro, conexión que nunca había sentido con nadie.
Llegaron a la puerta del departamento, tocó el timbre, y esperaron junto a Tabo que alguien abra.
- ¡Llegaron! ¿Cómo está la mejor amiga más genial de la historia?
- Muy bien ¿y usted?
- Hoy estoy muy feliz, viene un amigo desde Italia, desde allá. - Thiago estaba un poco ebrio.
- Uy, qué emoción. - Julieta era sarcástica la mayor parte del tiempo.
12:55 a.m.
La juntada "tranqui" había crecido muchísimo desde que los hermanos Gonzales habían llegado. Era algo evidente. Siempre pasaba lo mismo, la misma rutina de decir "hoy juntada tranqui, nada de alcohol, vamos a tomar unos mates y ver algo en Netflix" para después terminar todos borrachos, vomitando, y preguntándose "¿Por qué?"
1:50 a.m.
- No te la puedo creer. Me dijo que estaba en lo de su prima ¿Qué hace acá? ¿Qué hace con ella?
Samanta, Sama para los amigos. La historia con Samanta era una de esas que siempre contaban en las reuniones de amigos, entraba en las famosas anécdotas que al parecer todos olvidaban después de ser contadas, ya que en la siguiente juntada se volvía a contar y a celebrar como si fuera la primera vez en ser oídas por los presentes. Bastante entretenida, literalmente se habían conocido en una pelea. ¿El porqué de la pelea? Ninguna de las dos lo recuerda, estaban muy borrachas.
- Sama, tranquilízate, por ahí esa es la prima...y se besan, porque eso hacen los primos de su familia.
Emilia o Emma. Emma era la chica más hermosa que Julieta había conocido en sus diecisiete años de vida. Rubia, prodigio, alta, una muñeca de porcelana. Como toda buena amistad estas dos se odiaban. La rubia estaba absolutamente enamorada de Thiago, y Thiago absolutamente enamorado de Julieta. Entienden por dónde va la cosa, ¿no?
- No le mientan, no es imbécil. Tu novio esta con otra, supéralo. - Coral más conocida como Coki era la ruda del grupo, directa y sin pelos en la lengua, Julieta siempre había admirado eso de ella, la capacidad de decir las cosas crudamente, pero con tal razón que era imposible enojarse. - Chicas ¿podemos dejar de hablar de hombres solo por esta noche y divertirnos? Sama, todas sospechábamos lo que el idiota de tu novio hacía, hasta vos. Olvídalo, hoy comienza una nueva vida. Nuevo año, nuevas personas, nuevos idiotas.
Young, Wild and free de Wiz Khalifa y Snoop Dogg comenzó a sonar por todos los estéreos del depto. ¿Nunca les paso que escuchan una canción y los transportan a un universo absolutamente desconocido? Bueno, así les pasaba todo el grupo de amigos. Era magia, literalmente magia hecha música.