Sweet Xmas - Kookmin Au

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—Toma, éste dice que es de parte de Jin Hyung—dijo extendiéndole una caja a Jungkook quién la tomo abriendola con cuidado pues los tweets que estaban soltando esos dos tenían mucho sobre sentido y no se equivocaba. Se ahogó con su propia saliva viendo el contenido de la cajita.

—¿Qué sucede, tan malo es?—preguntó Jimin tratando de acercarse a mirar el contenido.

—No, no, no, es solo ropa interior muy graciosa—respondió nervioso tapando la cajita con su contenido lleno de lubricantes, condones y un colorido vibrador de la vista de Jimin, hablaría luego con esos dos.

—¿Por qué no abres el último regalo? —preguntó acercándose para tomarlo y entregárselo al pelinegro—Este dice qué es de parte de  Taehyung —.

—Le dije que lo dejaría de último, sus regalos son de mis favoritos siempre—respondió con una sonrisa abriendo la bolsita que por fuera decía ser de victoria's secret. ¿Qué podría regalarle Taehyung de allí, algunas cremas tal vez? Pero mayor fue su sorpresa al sacar el contenido frente a Jungkook.

Jimin sentía su cara arder de todos los colores, era lencería y costosa. No solo una, si no tres conjuntos. Si antes estaba nervioso ahora no sabría cómo hablar. Él no era tímido para nada, pero estaba frente al hombre de su vida solos en medio de la nada y con lencería, no puesta claro pero se sentía expuesto.

—Joder—soltó Jungkook—Te verías precioso con eso, bebé—susurró con voz algo ronca sin pensar.

Eso hizo que a Jimin se le encendiera el cuerpo, y no de mala manera si no de una más bien placentera. ¿Había escuchado bien? Jungkook dijo que se vería precioso puesto de esas prendas.

Jimin alzó la mirada encontrándose con la de Jungkook más oscura de lo que era. Se había acercado a él a una distancia considerable, tanto así que podía sentir su respiración chocar con la de él. ¿Qué estaba pasando? La tensión estaba apunto de explotar igual que su corazón.

Jungkook iba a decir algo más pero Jimin tomó la bolsa y se levantó con prisas dirigiéndose a la habitación que compartirían cerrandola tras de sí. 

—Maldita sea, Jungkook lo asustaste—maldijo por lo bajo restregando su cara con frustración.

Mientras tanto un Jimin con la respiración acelerada y el corazón a mil se hacía mil preguntas. ¿Qué significó eso, que le gusta a Jungkook? No hay otra explicación. 

Suspiró con nerviosismo sentandose en la cama mientras buscaba el chat de Taehyung. ¡Cómo se le ocurría hacer algo así!

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