White Christmas || TodoDeku

Día 29: Baño caliente

El agua caliente que salía de la regadera recorría su piel, haciendo un agradable contraste con sus músculos cansados. Había pasado la mañana entrenando junto a Midoriya en la USJ, perfeccionando movimientos o creando nuevos.

Y ahora, se encontraban en los baños compartidos de los vestidores —en cubículos separados— disfrutando del agua caliente, algo de lo que aún carecían los dormitorios de la residencia.

Desde ayer se había solucionado el problema del calentador a primera hora del día, sin embargo, las tuberías internas estaban bastante dañadas por las repentinas nevadas, causando que explotaran.

Fue un día muy productivo para Monoma Neito, que restregaba a los alumnos del A el agua tibia que tenía su residencia. Kaminari —quien fue invitado por Shinso para que se pudiera bañar en los baños del B— comentó a sus compañeros, que había contado por lo menos ocho veces en las que Monoma se había bañado.

Su profesor Aizawa —que había llegado a primera hora el día de hoy— les comunicó que las tuberías serán arregladas al día siguiente, debido a las fiestas próximas. Los pocos alumnos que habían quedado en pasar estos días en la Academia, se encontraban abatidos por la noticia.

Aun así, su profesor junto con el director Nezu les dieron libertad para usar los baños de los vestidores de la USJ. Sólo que el campo de entrenamiento quedaba algo lejos de la residencia, ante ello debían ponerse de acuerdo un grupo para trasladarse a ella en el camión de la U.A o ir a pie y así hacer ejercicio.

Al único que le había agradado esa última opción fue a Midoriya, quien sonsacó a su novio para que lo acompañara. Ya estando ahí, comenzaron a hablar sobre las mejoras que querían hacerles a sus trajes antes de entrar como héroes profesionales a la empresa; causando que terminaran entrenando y creando movimientos en conjunto.

Todoroki sonrió al recordar eso último. Su novio le había propuesto esa idea, murmurando que estaría bien tener una estrategia secreta para ambos en caso de emergencia donde les tocara trabajar juntos y estuvieran en aprietos.

Cerró la llave de la ducha, sacudiendo sus cabellos bicolores para pasar una pequeña toalla por su cabeza. Volteó hacia su lado izquierdo, donde se encontraba el cubículo de Midoriya. Pudo ver sus manos sobresalir, las cuales enjuagaban sus rizos.

— Izuku, saldré primero —avisó, continuando secando su cabello. Abrió el par de puertas para salir.

— ¡Está bien! En un momen... —comenzó a toser repentinamente—. Maldición —soltó con voz ronca, tosiendo nuevamente.

— ¿Izuku? ¿Te encuentras bien? —preguntó Shoto, saliendo por completo del cubículo para ver hacia donde estaba su novio encerrado.

— Sí, sólo que me entró agua con shampoo a la boca —respondió aún con la voz rasposa.

Todoroki se quedó mirando las puertas, pensativo. Los últimos días, Midoriya la había pasado mal, primero en casa de su madre, donde casi se parte la cabeza al caer de la cama,  un día después; sino llegaba a su cuarto, muere de hipotermia y ahora, casi se intoxica mientras se baña. 

«No hay duda, es mala suerte. Lo llevaré al templo antes que el año finalice », pensaba Shoto, asintiendo a la nada y retomando el camino hacia los casilleros.

— Ten más cuidado... —su frase se vio interrumpida al sentir algo golpear su tobillo. Bajó la vista encontrándose con un bote de acondicionador. Se agachó a juntarlo—. Izu, el envase de...

Sus ojos se ampliaron con sorpresa. La boca la cerró abruptamente y un gran sonrojo recorrió rápidamente su rostro hasta llegar a sus orejas. Todo en tan sólo medio segundo.