Operación "Línea de Tiempo"

Capítulo 30. El vestido.

Cynthia y Sara pegaron la cara en el cristal del escaparate. El maniquí miraba hacia un lado, sentado majestuosamente, como una princesa de plástico que estuviera ignorando con altivez las miradas asombradas de las dos chicas.

-Es impresionante -pudo decir Cynthia al final.

-¿Verdad que sí? Jamás había visto una cosa igual, y créeme si te digo que he visto muchos…

-¡Entra a probártelo! –propuso Cynthia con una sonrisa traviesa.

-¿Qué? ¡Debe valer una fortuna!

-Bah, tu pruébatelo, tengo ganas de vértelo puesto.

Entraron en la tienda. Las recibió una chica jovencísima, de no más de catorce años, que las miró de arriba abajo y dijo con indiferencia:

-¿Puedo ayudarlas?

Sara iba a hablar, pero Cynthia la interrumpió:

-Mi amiga quiere probarse ese vestido.

La muchacha se volvió hacia el escaparate y puso cara de escepticismo.

-¿El verde?

Una mujer salió de detrás del mostrador y se acercó hacia ellas rápidamente.

-Beth, ve a cobrarles a aquellas señoras, por favor –dijo sin dejar de mirar a las recién llegadas.

Cynthia repitió:

-Mi amiga quiere probarse el vestido del escaparate.

-Pues claro que sí, señora Lennon. En seguida lo sacamos -y fue hacia el escaparate.

Cynthia le guiño un ojo a Sara.

-¿Lo ves? Ser quien soy viene de perlas en las tiendas caras.

Sara rió. Al cabo de unos minutos la encargada volvió con el impresionante vestido. Se lo tendió a Sara y acompañó a las dos amigas a un probador, una pequeña salita con asientos y llena de espejos. Sara desapareció tras las cortinas. Cuando salió, Cynthia suspiró:

-Es lo más precioso que he visto en mi vida.

Sara se miró. Efectivamente, era maravilloso. Verde musgo, sin mangas, con un corpiño de encaje brillante y una inmensa falda hecha de capas y capas de tul rizado que la hacían tener un aspecto volátil y esponjoso.

La encargada apareció en la sala y se quedó mirándola.

-Está usted preciosa, señorita –dijo sinceramente, y se volvió hacia Cynthia -¿verdad?

Cynthia volvió a suspirar.