Three Kingdoms Of Korea 2- Kim Taehyung

𝟺. 𝚃𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚎𝚜𝚎𝚜 𝚙𝚝.𝟸

Lady An, hija de un aristócrata del sur.

Aliado del rey del este y oeste, y los duques de Jang. Mano derecha del secretario de estado. Era sin duda un hombre reconocible y admirado por muchos en su pueblo. Los de bajo estatus lo saludaban cuando paseaba con su familia por caminillos hasta las chozas del pueblo, entre sus brazos las asas de cajas para picnic con comida, manteles y juegos de entretenimiento. Y los de alto rango, lo veían como uno más de sus compatriotas con los cuales se reunían para las noches de té y algo de licor.

Luego estaba su hija. La tímida y torpe Nae Bi. Una muchacha agraciada y simpática, aúnque si se compara a lado de la ya llegada, Lady Sang, es solo una chica de belleza corriente. Es poco inteligente, pero bastante dócil con las tareas impuestas. Algo tonta decían, desastroza y tartamudeaba. Y a lado de Taehyung, era como poner dos peces fuera del estanque, uno a lado de otro. Esos peces socializando con las mariposas.

Taehyung no estaba seguro de poder hacer mucho con Lady An más que lo que ha intentado de conversación.

Taehyung se volteo sin dejar de mirarla.

—Al menos, con las otras dos se que ellas pueden mantener el ritmo de una conversación. Sea impropia o no —Poso la mirada sobre lady Sang que se reía a carcajadas y animadamente hablaba con los Lores de Fang-min. A su costado, Lady Mun la miraba con reprensión, sus brazos tan tiesos como un tronco viejo —
Ni siquiera lo entiendo... —Estaba desorientado. Se volteo con Sean buscando a las otras dos damas que estaban en el otro extremo del salón, opuestas a Lady Sang y Lady Mun. —Parece que todas tomaron bandos. Las de ayer contra las de hoy... Es simplemente absurdo, solo míralas. Ni siquiera se dirigen la palabra.

Taehyung esperaba otra cosa, siendo sincero. El aguardaba para que las mujercitas se hicieran íntimas en un chasquido, y hablaran de él murmurando por lo bajo y soltando risillas coquetas. Pero no que todas fueran como...

Competencia. Una de otras. Era cómo una guerrilla para ver quien pone la zancadilla más fuerte.

—¿En serio? —a Sean, que estaba de pie a lado de él, lo que le impresionaba no eran esas mujeres orgullosas, era la ingenuidad de su querido primo —Vamos Tae, es obvio. Todas se detestan porque todas vienen a lo mismo. No es un convento de muchachas aristócratas que vienen de campamento y a aprender buenos modales mientras se trenzan el pelo. Vienen por el premio mayor —le tomo de los hombros y lo zarandeo un poco con su sonrisa —quieren al Rey. Un esposo, a ti. Y sobre Lady An, si no te gusta, olvídate de ella. En realidad, hasta me da pena, es la que menos puede luchar por ti.

—¿Porque dices eso? —Lady An era algo reservada pero... —No hablé mucho con ella, pero es muy capaz como todas las demás.

—¿Estas de coña? Observalas a todas —disimulo volteandose a tomar la bebida para el mismo contemplar a las cuatro chicas. —La guapa es Lady Sang. Si quieres una cara bonita para el Reyno, tómala a ella. La mas acertada física y mentalmente; Lady Mun. Nació para esto. Si necesitas un caracter líder y algo rebelde. Ya llego tu sureña con garras — se rió —y aún te falta otra que llegue. Realistamente Lady An apenas puede decir "si" y "no" sin abochornarse.

Taehyung abrió la boca para decir algo. Sintió una gran necesidad de defender el honor y las capacidades de Lady An como si fuera el suyo propio.
No la conocía mucho, y si, era verdad que poco probable que ella se vuelva Reyna con sus limitadas capacidades. La monarquía no ocupaba dos cachorritos asustadizos como reyes. Necesitaba fuerza, y era algo que lamentablemente Lady An no poseaba.

Pero aún así, el se identificaba con su timidez, su nerviosismo y sus mejillas rosadas. Era la que más se le asemejaba a él en cuanto a ello. Sabía como era ser de esa manera, y por tal, no dejaría que su primó sea quién rebaje las capacidades de Lady An solo por su torpeza.