Dante.
—Hola, Dante.
—Oh wow, espera...—levanto el caso de soldar— ¿acaso me saludaste sin atacarme con Yamato? Por todos los santos, creo que va a llover —alzo las manos sin soltar el soplete.
—Si como sea, ¿qué haces?
—Estoy atrasado con esta tontería. Debería vender las armas sin preocuparme de los detalles, pero últimamente he visto algunas rajaduras y ya sabrás el resto. Detesto la herrería.
—¿Cuándo aprendiste a soldar?
—Esta mañana y no leí el manual, solo empecé.
—¿Puedo hacerlo?
—Claro— le tiendo el soplete y Vergil lo enciende en mi rostro.
—Ya apágalo. —me quejo — ¿cómo conseguiste regresar?
—Es confidencial.
—¿Acaso no me tienes confianza? —tiro a un lado el metal caliente —Ya no importa, ¿podrías ayudarme a inventar algo para no regresar al local?
Me observa confundido.
—Algo como que Nico le insertó un petardo a Nero en el trasero y terminó en el hospital.
—¿Qué?
—Cierto, cierto, ya lo usé antes. Lady no va a creer eso.
—Felicidades.
—¿Acaso me felicitas por ser padre? ¿Enserio? —me sobo los ojos —No lo tomes mal, pero no eres precisamente el indicado. Estoy por enloquecer.
—Se nota. —me observa con esos ojos fríos que más bien parecen de burla.
—Al menos solo tuviste uno. —busco mi garabina con aturdimiento y cuando la encuentro, me dirijo hacia la puerta— Vamos, necesito salir y festejar que has regresado.
No espero su respuesta y camino con rapidez hacia el restaurant de Fredi.
—Mira a todas esas personas sin bolsas de compras por fin de año. —me rasco la cabeza— ¡Ya compren algo, matan el comercio!
—Dante, estás delirando.
—Claro que no, hermano, claro que no.
Vergil rueda los ojos.
Esta irritado.—¿Acaso son...? —digo observando a través de una tienda por departamento. Nico y Nero están discutiendo mientras se dirigen a la camioneta.
—Te dije que era mala idea —se queja mirando a Nero a través del cristal roto —¡Era mi oportunidad para conseguir más piezas y hacer mejoras en mis trabajos! Pero que vas a saber tú de obras de ar—
—¡Obras de arte! —refunfuña— Ya me lo has dicho miles de veces, ajá.
—Estas insoportable, ¿lo sabias? —Nico le lanza una mirada asesina y luego se gira, consiguiendo verme y su rostro cambia a uno de sorpresa y emoción —¡Pero si es Dante! Tienes unas ojeras enormes.
Trato de no soltar una palabrota. Ahora yo estoy irritado.
—Vaya, se me olvidaba —se aclara la garganta mirando a Vergil— Deberías ponerte al corriente justo ahora. Han pasado ciertas cosas en tu ausencia, como las que Nero hizo —sonríe con malicia— Es verdad, es que Nero también será—
—¡Cállate! —Nero grita cerrándole la boca— No le hagas caso, Nico habla como estúpida cuando no ha fumado.
Vergil no ha emitido sonido alguno y el rostro de Nero está más pálido de lo habitual. Por mi parte, necesito beber algo de alcohol. Necesito hacerlo sin importar que sea mediodía.
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✔️ESPADA AZUL | DEVIL MAY CRY 6
De TodoSparda y Mundus continuarán su lucha y las consecuencias harán que Dante, Vergil y Nero tomen un camino que cambiara sus vidas. Un golpe intenso en el corazón les muestra que sus almas son humanas y el pasado que pensaron dejar atrás siempre estuvo...