Unos días más tarde, los cuatro caminaban por el sendero del desierto con poca sombra en su camino a Balbadd. Los árboles daban poca sombra a su camino, pero el calor abrasador del sol despiadado se abalanzó sobre los viajeros. Sin embargo, cada uno de ellos estaba radiante de entusiasmo y cantidades exorbitantes de energía.
Bueno algunos de ellos...
"Sigue sin mí Nakht ... no puedo seguir ... contar mi historia ..." Sina gimió boca abajo en la arena ardiente.
Nakht estaba tirando de su brazo mientras Aladdin y Morgiana les devolvían la mirada. "¿¡Qué historia !? ¡Tienes siete años, idiota! ¡No te dejaré, pero estoy seguro de que Solomon no te va a arrastrar el trasero a Balbadd! ¡Levántate!" el niño histérico a pesar de su perorata comenzó a arrastrar a Sina con la cara del brazo bueno primero a través de la arena. "¡Vamos, cobarde!"
"Pero Nakht... ¡Hace tanto calor! Me estoy derritiendo ... mírame ... solo soy un charco de persona". Sina murmuró con la boca llena de arena.
"¡No es tan malo! ¡He visto cosas peores antes! ¡Simplemente no tienes tolerancia al calor! ¡Levántate!"
Aladdin se rió con torpeza. "Supongo que puedes decir que son amigos muy cercanos, ¿eh Morg?"
Morgiana arqueó una ceja roja. "Eh." Finalmente,se acercó y colocó a Sina sobre su espalda.
"¡Oye, vaya! ¿Me estás cargando?" se sonrojó cuando la chica comenzó a caminar con dificultad.
"Nos estás frenando". Ella miró con determinación al frente mientras sostenía al niño.
"Oh ... lo siento. Oye, bájame, caminaré. Solo estoy siendo dramático, supongo. Lo siento señorita Morgiana".
"Multa." Ella volvió a poner a Sina en pie.
El chico avergonzado comenzó a jugar con su pañuelo en la cabeza asegurándose de que todo su cabello estuviera oculto de los vengativos rayos del sol para distraer la atención de sus mejillas sonrojadas.
Nakht lo regañó mientras avanzaban a través de un oasis más espeso de árboles y sombra bendita. "¡Eres un cobarde!"
"Cállate."
"Te levantaste por la señorita Morgiana pero no por mí. Eres un gran mocoso".
"Bully. Hace tanto calor que estoy sofocante."
"Yo soy el que tiene el brazo roto y no me ves quejándome". Nakht sacó la lengua.
"Bueno, yo ... yo ... uh... no tengo un buen regreso pero apestas."
Aladdin se rió de los dos chicos que discutían e incluso Morgiana esbozó una pequeña sonrisa ante sus payasadas.
"Me alegro de que los hayamos traído. Esto es divertido, ¿eh Morg?"
