CAP 22

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-Cough cough- toso sin cubrir mi boca ya que nadie se encuentra en la casa.

Cuando desperté en la mañana por el ruido de la alarma sentí como si su insesante tonada sonara aún mas fuerte de lo habitual. Fue cuando me di cuenta que mi cabeza ardía. No lo dudé y decidí faltar a la escuela. Desperté hace unos minutos luego de apagar la alarma y volver a dormir hace unas horas.

Hoy no había hecho nada con respecto a mi dolor, el sueño me ganaba. Pero ahora debo hacerlo aunque mi cabeza me punze si me levanto. En un rato... lo haré...

Volví a caer dormido, solo que ahora no del sueño, si no por el pesar de mis ojos. Mi garganta ardía, aunque en menor medida que mi cabeza.

Quise chequear la hora, giré mi cabeza en dirección a la alarma. 12:30. En unos minutos acabarían las clases.

A pesar del dolor debía levantarme y encargarme yo mismo de las molestias, pues nadie más lo haría y esperar a que se vaya solo prolongaría mi sufrimiento.

No se cuanto tiempo me costó ir a la cocina con los ojos entrecerrados y preparar un paño frío. Ni siquiera sabía donde estaban las pastillas para el dolor en mi propia casa.

De pronto oigo un toque del otro lado de la puerta. Sin importarme mis pintas abrí la puerta.

-¡Buen día!- escuché la dulce voz de una chica.

-Eh? T/n, ¿que haces aqui?¿Cómo sabes donde vivo?- pregunté haciendo un esfuerzo por abrir mas los ojos, pero la luz que entraba del exterior me lo impedía.

-¿Apenas llego y ya me echas?- bromeó.

La dejé pasar e intenté aclarar mi cabeza para luego hablar, aunque el orden debía ser al revés.

-Oye... no deberías estar aquí, estoy enfermo, podría contagiarte-

-Lo se, por eso vine. Te traje yakisoba Peyoung, tu comida favorita- dijo ella dejando la bolsa con la comida en la mesa.

-¿Como sabías que estoy enfermo?- pregunté llevando la mano a mi frente.

T/n me sostuvo y me guió a mi propio cuarto como si ya conociera la casa, aunque no era el caso ya que tuvo que ver las habitaciones antes de acertar con la mia, cual no fue muy dificil ya que solo hay 2 puertas mas ademas de la mía.

-Tu amigo me lo dijo, el alto. También me dijo tu dirección- explicó ella cuando ya habíamos llegado a la habitación.

-¿Hakkai?¿Como sabe él que estoy enfermo? Y espera, ¿él te hablo?-

T/b rió ante mis preguntas -Parece que tu le mencionaste ayer que sentías más calor del normal y como faltaste de acercó a mi para decirme que seguro te habías enfermado-

Siento que tengo muchas dudas en este momento. No recordaba haberle mencionado eso a Hakkai, supongo que fue tan irrelevante que no lo recordé.

T/n me ubicó en la cama y aunque me había levantado hace unos minutos, o eso calculo, regresé a recostarme. La chica desapareció de mi vista y volvió con el paño frío que anteriormente había preparado.

Lo colocó en mi frente y me tomó la temperatura. Estoy seguro de que yo quería decir algo pero las palabras no salían de mi boca.

-Descansa un rato, hasta que tu temperatura disminuya, luego te serviré la comida- se posicionó en cuclillas a un lado de la cama, quedando a la altura de mi rostro.

-Dormí tanto que siento que ya no puedo pegar un ojo- dije forzando una risa.

Quería regañarla por visitarme habiendo tanto virus en el ambiente pero también me sentía muy cómodo como para quejarme.

No sentí las horas pasar hasta que T/n me despertó. Ahora soy capaz de abrir mis ojos en mayor medida y puedo apreciar la belleza de la chica que se encuentra frente a mi.

-Tu temperatura bajó considerablemente, creo que ya puedes comer- dijo ella tras retirar el paño frio. Acto seguido colocó la parte trasera de su mano en mi mejilla.

Se apresuró en abandonar la habitación para buscar la comida.

Me acomodé en la cama para tener un ángulo mas cómodo. Cuando T/n regresó colocó una bandeja sobre mi y se sentó en el borde de la cama.

-Vas a enfermarte- es todo lo que pude decir en el momento. Sin embargo T/n me ignoró por completo y solo abrió el taper con la comida.

-No era necesario que hagas todo esto...-

-Come. Apenas podías ponerte de pie cuando llegué, quien sabe en que estado estarías si no venía-

Suspiré y aclaré mi garganta para poder comer -Gracias- tomé un bocado y luego de unos segundos me surgió una duda -Espera, ¿como sabes que es mi comida favorita?-

-Bueno... te dije que se algunas cosas sobre ti- sonrió y me hizo un gesto para que siguiera comiendo.

-Cierto... sigo sin saber por qué- me quejé.

-Yo sigo sin saber por qué tú sabes cosas sobre mi-

-A mano- me limité a decir para seguir comiendo. Ademas de ser mi comida favorita, en esta ocasión la disfruté aún más, solo porque fue T/n quien me la trajo.

Luego de unos minutos disfrutando de su compañía la chica me preguntó donde se encontraban las pastillas para el dolor. Sin poder brindarle una respuesta T/n se dedicó a buscarlas ella misma. Pero antes de irse, se levantó de la cama y se acercó a mi.
Lo siguiente fue el tacto de sus húmedos labios sobre mi frente. Si el calor de mi cuerpo había bajado, ahora volvía a aumentar.

-Ya regreso- dijo ahora si dejandome con un corazón latiendo rapidamente por el recuerdo de su suave beso.

Regresó al cabo de unos minutos con lo que buscaba. Sonreí inconscientemente, no solo por su ayuda, si no por su presencia en si.

Su presencia hoy y su presencia en mi día a día.

-Gracias- formulo dirigiendo mi mirada a T/n, quien aún extendia su mano con la tableta de pastillas. Ella no respondió con la palabras, pero no fue necesario. Su sonrisa y ojos me lo decían todo.

Rompiendo Barreras [Matsuno Chifuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora