Era un lunes como otro cualquiera a las 6:30 de la mañana, iba de prisa bajando escaleras a toda rapidez para no perder mi tren hacia la universidad.
En la última escalera tropecé, la verdad tontamente, pero una chica aparentemente muy simpática de cabellera larga marrón, ojos color café ,cejas no muy pobladas y alta,la verdad no me sacaba mucho pero tenía una sonrisa impecable.
Me dio su mano para levantarme
-¿Te has hecho daño? Me dijo con tono preocupado tendiéndome la mano y ayudándome a levantarme.
- Gracias. Le dije
- No ahí de que, ¿estás bien? Ha sido un golpe fuerte.
-Estoy bien , gracias pero me tengo que ir.
La chica me fue a decir algo, pero me fui corriendo y no la escuché bien. Más tarde, la vi entrando hacia un tren que iba 4 ciudades hacia el norte, !que lejos ¿que haría aquí?!.Mientras corría, aquella chica estaba en mi mente y no paraba de dar vueltas en mi cabeza.
Entré en el tren y en solo 15 minutos ya estaba en la universidad.
En clases ese día estaba muy distraída solo pensando en ella, ¡que me pasaba!
Menos mal que esa tarde vería a mi mejor amiga y podría hablar con ella del tema siempre me aconsejaba de todo.