Capítulo 8 Parte II

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                                           Canción: 21  gones- Green Day

Louis sacó un pequeño manojo de llaves de su bolsillo, suspirando ante la puerta de casa de su abuelo.

Abrió sutilmente la puerta observando el gran espejo que su abuelo había puesto en la entrada.

Dió algunos pasos, soltando el aire que había retenido desde que había entrado por aquella puerta. Miró al perchero de madera que había hecho junto a él.

El abrigo de su abuelo seguía colgado en la misma posición de siempre, casi cayéndose.

Siguió caminando hasta llegar a la salita del comedor observando como los muebles empolvados habían sido descuidados por un largo tiempo.

El castaño apoyó su cuerpo contra la fría pared, un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

Su figura resbaló por dicha pared, quedando de cuclillas contra esta.Y miró a la nada misma, jurando ver toda su vida junto a su abuelo pasar ante sus ojos.

Esos ojos que comenzaron a llorar, y sus labios soltaron un jadeo por la gran liberación de sentimientos.

En ese momento, Louis pensó que lloraría para siempre, porque al fin y al cabo, siempre lloraba.

Pero esta vez lloraba porque tenía derecho a hacerlo, porque, al perder su abuelo no le quedaba nada más.

Tal vez pasarón minutos, aunque lo más probable es que fueran horas, hasta que con las mangas de su suéter decidió limpiar las lágrimas que aún caían por sus rojizas mejillas mientras sorbía por la nariz.

Miró el teléfono que después de varios minutos yacía en su mano, y marcó el primer número de su lista de personas.

--¿Lou? ¿dónde estás?Y-yo te estuve buscando, lo juro.--Harry prometió entre lamentos y sollozos.--¿Lou? Por favor no te enfades, mandame la dirección y voy a buscarte...solo...no te rompas.

Y Louis reprimió un sollozó posando su mano en sus labios, suspirando por la nariz.

--L-lo siento Hazz.--Louis siguió llorando.--Estoy en casa de mi abuelo...--Susurró.

--N-no te muevas, ¿vale? --Harry dijo con rapidez.--Iré a buscarte y... iremos a mi casa, si... hoy te quedaras conmigo, mis padres no están.--Habló mientras planeaba que hacer en aquella situación.

--Me quedaré aquí hasta que vengas.--Louis sentenció.

Y no pasaron muchos minutos cuando Harry había llegado a su casa con Louis, no pasaron tantos minutos desde que cargó a un Louis silencioso y apagado hasta los adentros de su habitación y acostarse junto a él tapándose con alguna sábana suelta.

Y tampoco pasó tanto tiempo hasta que Louis se quedó dormido después de haber llorado apoyándose en Harry.

--Solo no te rompas, mi sol.--Susurró Harry antes de acariciar las hebras castañas del ojiazul.

Y Harry pasó toda la noche en vela cuidando a su pequeño sol.

Blue Eyes In The Blue Sea-LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora