Al ver su cara en el espejo no le sorprendió ver su aspecto físico se viera un tanto mal, lo que más resaltaba eran sus ojeras y ojos hinchados, ( al ponerse un poco de maquillaje para disimular.)
Se dirigió al pequeño armario, al abrirlo saco algo de ropa (la poca que tenía en realidad) saco un suéter rojo largo, las críticas no eran de esperarse pero a fin de cuentas la hacía sentirse cómoda pues al final de cuentas era su vida.
Al ser temprano salió fue por pan al salir de aquel edificio. Noto un ambiente algo pensando, sacudió un poco la cabeza y le restó importancia.
*
Unas horas más tarde
Un viento frío sacudía las hojas secas que caían lentamente...
Al mirar desde la azotea contemplaba y pensaba a la vez, que se sentirá tener una vida normal.
Después de todo su vida nunca tuvo algo ‘‘normal'' ni mucho menos feliz, aquellas vivencias y recuerdos que habían tenido los mellizos era demasiado caótica.
Soltando un pequeño suspiro, se dirigió a paso lento, a la pequeña banca que se encontraba ahí, al desviar su vista vio en la maceta aquella flor que tanto le gustaba.
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A lo lejos de aquel lugar se balanceaba el chico arácnido.
