Capítulo 41: Amor que se siente como estar en casa

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Seokjin tiende a pensar demasiado.

No cuando habla, su filtro entre las cosas buenas o malas no funciona bien en medio de esos instantes. No piensa demasiado antes de hablar, y ocasionalmente, termina enredando más las cosas.

No importa que tanto lo piense.

Después de que Yoongi sube a un taxi de color azul, toma un tren y se despide por un tiempo, entiende que algunas cosas están torcidas. Algunas cosas están averiadas y una parte de su orgullo se tambalea. Steve cierra la puerta de la casa, Mina suspira y hay pasos que suenan demasiado cerca de los suyos.

Él toma una pausa.

Cierra la puerta de la habitación y contiene su respiración por un par de minutos. Se permite extrañarlo y por primera vez, después de dos años, siente cierto malestar cuando su mente direcciona la forma en que tomó cada una decisiones. Pero no se arrepiente, porque de otra manera —él lo sabe bien— aquel golpe de madurez mutuo nunca habría llegado.

Sus heridas nunca habrían sanado de la misma forma.

Con la puerta cerrada y paredes blancas a su alrededor, se siente como un niño nuevamente. Se siente como el niño que esperaba en el sofá de su sala, él que chocaba sus pies contra su alfombra, en espera de su padre. Se siente como... una versión vulnerable suya, una que tiene muchos miedos y los acepta.

Piensa demasiado y habla sin cuidado. Y ahí, donde cree que todos sus errores nacen, Yoongi agradece su sinceridad.

Lo hace en medio de una de las tantas noches que tienen en Japón; escondido entre una manta gris y calcetines negros, él sonríe mientras lo dice y parece completamente convencido.

—No es tan malo cuando lo ves en retrospectiva —él dice—, al menos de esa manera no vivimos en una mentira. Las palabras no rompen mi corazón, Seokjin-ah, tal vez un poco la forma en la que llegas a decirlas pero... A veces se necesita esa firmeza. A veces, el amor necesita de eso. No podemos vivir en un estado constante de fantasía donde estás cosas no suceden, necesitas ser claro y hablarme como una persona adulta, no me romperé por algo así.

Y aunque Seokjin piensa demasiado, Yoongi encuentra comodidad en eso.

Sus manos contra sus mejillas y sus ojos completamente fijos sobre él. —Escúchame, lo diré hoy y sí lo necesitas, cien veces más —Yoongi habla con demasiado cuidado aquella noche, suave y calmado como tiene costumbre—, estoy completamente orgulloso de todo lo que lograste hasta este punto, sé que salimos un poco lastimados en el camino pero, no te pediría que lo cambies, no ahora al menos —Seokjin tiembla bajo su toque y se siente como algo absurdo, completamente pequeño entre sus manos—. A veces mi egoísmo gana y es completamente natural, no tendré un viaje de culpa solo por eso. No puedo negarte las cosas que se ven a simple vista; como que algunos días pienso que sería un poco más fácil sí todos estos dos años no hubiesen sucedido de esta forma, no puedo decirte que nuestros miedos no existen y que desde este punto podemos continuar caminando sobre un camino de flores —Yoongi es firme con sus manos de la misma forma que lo es con sus palabras, huele a mezcla de vainilla y café, Seokjin lo siente completamente cuando choca su frente contra la suya—, no puedo prometerte cosas pero, si darte la seguridad de que, no cambiaría esto por nada, no ahora.

Seokjin se toma un momento después de que Yoongi se va.

Respira un par de veces, maldice unas cuantas más y luego...

Él simplemente sabe que todo estará bien.



Tastes just like home.    (ksj+myg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora