Capítulo 12: Harry y Remus

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Domingo 17 de octubre de 1993

- Buenos días, profesora Black. - me saludaron los dos.

- Hola. - dije y me puse al lado de Harry. El profesor Lupin estaba enfrente nuestro.

- Harry llegó hace cinco minutos. Estaba muy ansioso por comenzar. - dijo Lupin.

- Claro, ya me lo imagino.

- Bien. Sentémonos en los sofás, estaréis más cómodos. ¿Os apetece algo de beber?

Harry no quiso nada y yo le pedí una taza de té negro.

- Harry, sé tienes muchas preguntas así que estamos aquí para contestarlas pero primero le tenemos que contar al profesor Lupin lo que pasó este verano. - empecé diciéndole. Él se veía incómodo al mencionar ese tema - Seguramente ya sabes que él era uno de los mejores amigos de tus padres. Creo que él puede ser un buen candidato para hacerse cargo de ti porque yo no puedo. Mi apellido es uno de los problemas. Para conseguir tu custodia, tendríamos que ir a juicio contra tus tíos y aunque ganemos el caso, nadie nunca permitiría que tú te quedaras conmigo.

- Espera un momento... ¿Ha dicho algo de un juicio contra los tíos de Harry? - dijo sorprendido y se le veía el terror y la preocupación en la cara. - ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Qué le han hecho?

Suspiré silenciosamente. Esa era justamente la reacción que esperaba.

- Harry, ¿se lo explico yo o quieres decírselo tú? Sé que es un tema complicado y no pasa nada si no estás preparado para decírselo.

Tendría que haberle avisado antes sobre lo que íbamos a hablar pero tenía tantas cosas en la cabeza que se me olvidó.

- No pasa nada. El profesor Lupin es un buen amigo de mis padres, él debería de saberlo. - dijo y suspiró antes de contarle su vida con los Dursley.

Al acabar, Lupin tenía la cara roja de ira pero empezó a calmarse cuando le dije que enfadarse no ayudaría en nada.

- Este verano volví de Francia y fui a pasear por Londres y por casualidad acabé en el vecindario donde vivía Harry y lo encontré en la calle congelándose. Yo obviamente le ayudé y me lo llevé a mi casa para ayudarlo. - le expliqué a Lupin.

- Entiendo - dijo en voz baja intentando calmarse. - Entonces, estás sugeriendo que Harry viva conmigo. - me miró directamente a lo ojos.

- Sí, exactamente. Si es que Harry quiere. - miré a Harry.

- Haría cualquier cosa para salir de las garras de los Dursley aunque echaré de menos a Lyra.

- No tiene porqué, Harry. Ella puede venir a visitarnos cuando quiera. - me miró - Le agradezco que haya ayudado a Harry, veo que él le ha cogido mucho cariño.

- No es nada. Estoy feliz de haberle ayudado. Y por favor, tutéeme y llámeme Lyra.

- De acuerdo, pues usted llámeme Remus.

- Me alegro de que os llevéis bien. Entonces quedamos que me iré a vivir con el profesor Lupin este verano, ¿verdad? - nosotros asentimos - Puedes contarme más sobre mis padres? - le preguntó a Remus.

- ¿Qué quieres saber? - noté que se relajaba y se ponía cómodo en el sofá. Sacó una tableta de chocolate y nos ofreció un trocito a cada uno.

- Me gustaría saber cómo os conocisteis.

- Pues esa es una larga y graciosa historia. Querrás ponerte cómodo para escucharla.

§×§×§×§×§×§×§

Miércoles 1 de Septiembre de 1971
King's Cross, Londres, Inglaterra

*punto de vista de Remus*

Me subí al Expreso de Hogwarts con mi pequeña maleta, no tenía muchas pertenencias para llevarme.

Busqué un compartimento vacío, entré y cerré la puerta. No quería ser molestado por nadie, solo quería pasar el viaje en tren tranquilamente leyendo un libro pero parece que el destino no quiso eso.

Dos minutos después entró un chico corriendo y rápidamente cerró la puerta.

- Ah, no te había visto. No te importa que me quede aquí, ¿no? - me preguntó el chico con la respiración acelerada. Él tenía el cabello castaño oscuro, los ojos grises y los rasgos finos a pesar de tener 11 años. Ahí me di cuenta de que era un Black.

- No, claro - le respondí y volví a reanudar mi lectura.

- Por cierto, soy Sirius - dijo él queriendo seguir la conversación. - ¿Qué estás leyendo?

- Soy Remus Lupin y estoy leyendo La vuelta al mundo en 80 días.

- Ah, guay. Encantado de conocerte. Mi hermano también se está leyendo ese libro, se pasa todo el día con la cabeza metida en los libros - rodó los ojos.

De pronto vi que Sirius se puso tenso al ver a través a la pequeña ventana en la puerta y trató de esconderse debajo de los asientos pero fue muy tarde. La puerta se abrió otra vez y pude ver que entraba un chico también de mi edad con el cabello castaño y despeinado con unas peculiares gafas redondas.

- ¡Esta vez no te escaparás, Black! - dijo poniendo una voz amenazadora pero se notaba de lejos que era falsa.

Lyra Black: El Regreso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora