¡Soy un Monstruo!

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Con el paso del tiempo eramos más cercanos ella y yo me enseñó a escribir a ampliar mi vocabulario ente otras cosas estaba muy feliz de estar con Katatina, así es ese era si nombre me explico por qué estaban ahí y quiénes eran las otras chicas, todas ellas eran hermanas ella era la segunda al nacer, al parecer todas poseen tres picks y todos son distintos ellas también son investigadas y analizadas por qué su cuerpo se adapto a tantos poderes, ella siempre que la veía en su celda estaba feliz pero cuando yo no estaba se podía notar la distancia una tristeza e irá tan grande que no podía ser ignorada ella quería ser libre volver con sus hermanas al exterior poder reír y cantar, no puedo comprender el sufrimiento que siente pero me gustaría verla feliz sin forzar una sonrisa con el paso del tiempo pude comunicarme con sus hermanas solo pude ganarme la confianza de tres de ellas que son la segunda, la tercera y cuarta, la primera y la quinta eran muy desconfiadas no creían en nada de lo que les decía, decían que era un mentiroso que solamente buscaba información de ellas que solamente estaba siendo bueno con ellas para poder matarlas sin ningún problema, entendía que la desconfianza que tenían era normal yo tampoco hubiera entablado un conversación normal con alguien que es esclavo de los villanos. Un día limpiando cerca de las celdas vi que a la primera hermana se la estaban llevando, ella se resistía ya que era con la que más experimentaban por sus poderes, sus picks eran el magma, el viento y la sanación, todos los sabía mejorar a la perfección al parecer era alguien con mucho talento. No quería que sufriera ya que cuando por primera vez la vi estaba agotada bastante lastimada con heridas de armas blancas y una fatiga bastante horrible me interpuse pero como lo supuse el me golpeó me rompió varios huesos del pecho y brazos el se detuvo hasta que llegó su jefe, un tipo con una cicatriz en el ojo vestía bastante bien un sombrero de copa un traje negro poseía un arma una pistola para ser más exactos y bastante bien arreglado me dijo que yo sería la clave del éxito para ellos, estaba muy lastimado pero mi última jugada fue quitarle el arma y apuntarme el río y me dijo que no tendría el valor de hacerlo tuve la suerte de que el arma estaba cargada así que le propuse un trato, no me suicidare si a cambio las dejas en paz puedes experimentar conmigo las veces que quieras pero déjalas, ellas no han hecho nada malo acepto mi trato sin ningún problema después de todo era la pieza clave, me dijo que descansará este día ya que los próximos días estarán haciéndome sufrir, estaba agotado lastimado y muerto miedo pero de repente sentí unas manos en mi pecho brillaban de un color verdad bastante llamativo podía sentir como mi cuerpo se sentía cómodo una sensación tan agradable que me hacía sentir vivo, era ella la hermana mayor estaba usando su picks en mi, entre lágrimas me dijo que gracias yo le dije que no tenía por qué preocuparse que gracias a ellas ahora yo estoy viviendo. Paso una semana y seguían experimentando conmigo realmente era una tortura no dormía no comía estaba devastado llegó el fin de semana y pude descansar libre de experimentos así que fui hacia las celdas a hablar con las chicas todas estaban tranquilas parecían felices, cuando voy estoy cerca de las celdas ellas me agradecen y sienten mucho lo que me dijeron, acepte las disculpas y nos hicimos amigos conversamos la mayoría de fines de semanas sobre sueños gustos y disgustos e incluso me dieron sus nombre la mayor se llamaba Darla la segunda era Katarina la tercera era Camila la cuarta se llamaba Dania y la quinta era Vania hasta que un día todo eso se acabó. Un día acabando la experimentación llegó un olor putrefacto como si algo hubiera muerto venía de las celdas asqueado fui a ver qué sucedía lo que vi fue tan desgarrador estaban las cinco colgadas torturadas desgarradas de la piel podía ver sus huesos ver cómo las moscas volaban alrededor de ellas, porque, ¡porque sucedió esto no lo entiendo el prometió que no las tocaría hicimos una puta promesa yo sería el experimento y a ellas las dejaría en paz,era tanta la desesperación  que no diferenciaba entre la irá y la tristeza que tenía, mi sangre hervía tanto que no me pude controlar tenía ganas de asesinarlos acabar con todos ellos hacer sufrir los hasta la muerte perdí mi estabilidad mentalmente pero mi cuerpo seguía de pie podía ver cómo se acercaba uno de los delicuentes hacia mi a atacarme pero me esfume para cuándo reaccione estaba en su espalda mirándolo de una forma tan desgarradora que podía sentir su miedo, entonces lo hice sufrir le rompí las manos de ahí seguí con los brazos luego pies, piernas cintura pecho y costillas veía como sufría como lloraba por piedad y me preguntó que mierda era entonces le contesté soy un ¡Monstruo!

El Ascenso de un VigilanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora