Parte Única

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Advertencias: Contiene spoilers del manga.

Inspirado en “Los Infieles” de Aventura.

Ubicado en la línea del mejor futuro.

Shibuya, Japón. 12 de enero, 2021.

Hanagaki se encontraba acomodando rápidamente los DVD en un anaquel, su subordinada había faltado el día de hoy y por dentro la emoción de saberse solo en la tienda burbujeaba en su estómago. En días como estos, donde nadie podría decir a qué hora se retiró realmente del trabajo, era cuando podía escaparse a dónde realmente quería estar.

Cuando terminó sacó su teléfono, con manos temblorosas escribió un simple mensaje.

“Tengo unas horas libres...”

Momentos más tarde la respuesta llegó con la sencilla ubicación de un love hotel.

“Te veo en 30 minutos.”

Impersonal como siempre, ninguno de los dos mantenía una conversación muy detallada porque su esposa podría estar espiando.

Ambos hicieron promesas que no podían mantener, ambos a la misma persona, y ninguno las mantenía. No cuando la carne los llamaba de esa manera.

—Hina... Hoy llegó un nuevo surtido a la tienda, tendré que quedarme unas horas para hacer el inventario y acomodo. —Practicó la mentira unas cuantas veces hasta que sonó creíble. Suspiró y marcó el número de su esposa.

—¡Amor! Que bueno que llamas, estaba justo por avisarte si podías pasar por el restaurante de Smiley por algo para cenar. —La dulce voz de Hina inundó sus oídos, la culpa llenó su estómago y cerrando su locker suavemente suspiró.

—Cariño... Llegó una tanda de DVD y mi compañera no vino. Tendré que cubrir ambos turnos y quedarme a realizar el inventario, no llegaré esta noche a casa. —Escuchó el pequeño sonido de decepción en los labios de su esposa, aún así, no se retracta de su decisión.

—Entiendo... Bueno le diré a Yuzuha si quiere venir a hacerme compañía. Suerte, amor. Nos vemos. —Podía decir con seguridad que Hinata estaba molesta, aunque en este momento sinceramente no le importaba. Con prisa cerró la tienda y se apresuró a pedir un Uber.

Ya en el vehículo mordió la uña de su pulgar con ansiedad pensando en lo mal que estaba lo que iba a hacer. Era un maldito pecado, se suponía debía ser fiel a la mujer que ama.

El detalle es, que no ama a Hina como solía hacerlo cuando toda esa locura de los viajes en el tiempo comenzó. Para empezar, y reflexionando sobre ello, no sabe si alguna vez amo a Hina con la misma pasión que a su amante.

No con quién había estado ahí para él en cada uno de los viajes. No quién había muerto sosteniendo su mano en un callejón mientras enfrentaba la muerte y le decía que él, Takemichi Hanagaki, era su orgullo.

—Hemos llegado. —Salió de sus ensoñaciones con la voz del conductor, entregándole algunos billetes salió del vehículo con prisas.

Su cabello negro cubierto con la capucha de la sudadera hasta que entró a la habitación que Naoto había reservado especialmente para ellos.

En cuanto entró fue empujado contra la puerta e inmediatamente sintió las manos firmes de Naoto contra su cintura y lo único que pudo hacer fue suspirar.

—No sabes cuánto te he extrañado, Takemichi. —Y había algo en la manera en la que él decía su nombre que lo hacía perder la cordura.

—Naoto. Dios, que gusto verte. —Y contrario a lo que se podía pensar, esos encuentros cada vez eran más preciados para él porque no siempre podían escapar de sus vidas.

Los Infieles «NaoTake»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora