1. El sueño

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—¡Jolie! ¡¿Qué mierda hiciste?! —gritaba Damian desesperado mientras sujetaba a su novia Ellie, la cual tenía una apuñalada en el estómago.

—Yo... no lo sé, —dijo Jolie dejando caer una navaja ensangrentada al piso— lo siento... no sé qué diablos hice —dijo mientras comenzaba a llorar, dejando caer la navaja al piso y cayendo lentamente de rodillas, su labio inferior temblaba y no le salían las palabras, estaba en shock...

Jolie despertó gritando nuevamente, confundida por lo que había pasado. Solía tener pesadillas, normalmente eran así, pero cada vez la atormentaban más. Obligada a abrir lo ojos, talló sus manos en su cara para luego quejarse.

Al levantarse, se observó por un par de segundos en el gran espejo que había en la puerta de su habitación, tenía su largo y castaño cabello desordenado, su camisa de dormir color negra arrugada, y también sintiendo mucho frío en sus piernas, claro, se había dormido en pantaletas.  —Te vez espantosa, Jo— se dijo a sí misma seguido de un gran bostezo. Ella era una chica esbelta, bastante linda, con una actitud muy fuerte y seria, pero aun así ella no lograba sentirse bonita por las mañanas.

Así mismo, decidió bajar a comer algo, siempre amanecía con un hambre inmenso y necesitada de su café diario. Abrió la puerta de madera de su habitación, la cual sonó de una manera atroz, y sin tomarle mucha importancia a cómo se veía bajó las escaleras con los pies descalzos, sabía que su casa estaría sola a las nueve de la mañana, pero este día se tomó la sorpresa de ver a una mujer sentada en la mesa del comedor, tenía pinta joven, pero las operaciones en su rostro eran muy notorias.

—Emhh, ¿hola? —habló la chica con una mueca de disgusto.

—Ah, hola. —dijo la mujer levantándose de su asiento con una sonrisa ligera, casi forzada— Tu debes ser la hija de Mark, ¿qué haces acá a esta hora?, deberías estar en la escuela. —Jolie frunció el ceño ante su actitud— Soy Marie, una amiga de tu padre, ¿cuál es tu nombre, querida?

—Jolie, y no creo que a usted le incumba que hago acá, es mi casa. —dijo la chica ahora molesta, era algo normal que su padre trajera a sus novias semanales a la casa sin avisarle— Si no le molesta, esa taza es mía y la ocuparé ahora mismo. —dijo Jolie viendo la taza llena de café sobre el mesón de la cocina, dirigiéndose hacía esta y tomándola, para luego botar el café que había en esta y luego lavar la taza, ella pudo ver como la mujer hizo caras de disgusto ante su actitud, pero no le importó bastante— Bueno, si no le molesta mi pregunta, ¿dónde conoció a mi padre? ¿En un bar? Seame sincera, ya no caigo en esa mentira de "soy una amiga del trabajo" —preguntó la castaña con un tono arrogante, secando la taza y dirigiendo su mirada hacia Marie.

—No, lo conocí en una discoteca. —dijo Marie dándole una sonrisa falsa a Jolie— ¿Qué te hace pensar que lo conocí en un bar?

—Quizás porque es en el único lugar en el que está metido literalmente todo el día. —Marie hizo un gesto de confusión, la chica rió ante eso— Ah, claro, obvio no se lo mencionaría, él es un maldito alcohólico al cual no se como aún no le da un coma etílico por ingerir más alcohol que agua en un día normal, —dijo Jolie con un tono sarcástico, riéndose sola— y también se me haría mucho más agradable que se fuera, no entiendo el por qué está acá si mi padre no se encuentra aqui, ¿no cree que es raro meterse a la casa de los demás cuando no hay nadie dentro? —la chica miró seria a la mujer, está mantuvo el silencio— Y por favor, no azote la puerta al salir —finalizó la joven con una sonrisa, manteniendo contacto visual con la mujer que estaba frente a ella.

—Como quieras, mocosa maleducada —dijo Marie tomando su cartera y yéndose de la casa, Jolie sonrió victoriosa, no era la primera vez que se peleaba con una "amiga" de su padre.

In my dreams (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora