Capitulo 4

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-¿Qué te gustaría tomar?- pregunto Luca mientras estábamos entrando a Starbruck, no sé cómo me había convencido de venir a desayunar con él. 

-Solo quiero un batido y un Muffin de chocolate. – Dije mientras sacaba mi billetera. 

-Nada de eso señorita, yo te invite yo pago, espérame en la mesa y yo voy a comprar los batidos.- Dijo con una sonrisa en su rostro. 

-Y mi muffin de chocolate- le recordé

Asintió y se fue a pedir los batidos y mi muffin.

Me senté en una mesa que quedaba junto a la ventana, esto era todo lo que quería hacer con Carlos, pero antes de tenerlo a él, tenía a Luca. No era tan malo, pero sus intenciones con migo eran el problema, yo solo amaba a un solo chico y Luca no era ese chico. 

Cuando ya me había sentado comencé a ver el lugar no era ni parecido a las Starbruck de Los Angeles, y mucho menos la gente, recuerdo que cuando salía del colegia del colegio íbamos con mis amigas y todo el mundo se reía era un lugar que estaba repleto de jóvenes, en cabio, aquí estaba lleno de gente con su ordenador y celular.

-Aquí está tu batido- Dijo Luca mientras se sentaba.

-Gracias

-No tienes por qué agradecer yo te invite. Ah y tu muffin. ¿Entonces vamos a ir al mismo colegio?

-Creería, no lo sé, mi madre solo dijo que asistiría, pero no dijo a qué colegio. 

-Seguro iremos al mismo, no hay muchos colegios cerca y Andrei es parte de la comisión, aporta demasiado dinero al consejo, no tendrán problema de recibirte, puedo apostar que todos van a querer ser tus amigos y tener tus mismos horarios. 

-¿Porque? –Pregunte, porque alguien iba a querer ser mi amigo, era la nueva, nadie quiere a los nuevos. 

-Eres la hija de Andréi Mogilevich del millonario empresario más importante de Rusia. ¿Eso es poco?

La gente iba a querer ser mi amiga por el dinero que tenía mi padrastro.

-Yo no quiero ese tipo de amigos.

-bueno tendrás que tener cuidado y seleccionar bien a tus amigos.

Cuando iba a contestarle vi como entraba Alex, Max y Tom a la cafetería y se sentaban en la mesa que estaba a nuestro costado, no podía pegar mi mirada de ellos. ¿Qué hacían ellos aquí?

-¿los conoces? Pregunto Luca, había sido tan obvio. 

-No solo los confundí.

-Bueno, te estaba preguntando si habías dejado al chico con el corazón roto antes de venirte a Rusia o mantienen una relación a distancia.

No podía prestarle atención a Luca, solo quería saber que hacían ellos aquí.

-Estoy aquí ________, llamando a tierra.

-Lo siento, me distraje, me puedes traer otro Muffin.

-Claro, ya vuelvo, no me extrañes.

-No te preocupes no lo hare. – Le dije ofreciéndole la sonrisa más hermosa que podía darle hacer en ese momento.

Apenas se fue me dirigí a la mesa don estaban Max y los demás. 

-Nos estábamos preguntando cuanto tiempo te tardarías en desacerté de ese imbécil.-Dijo Max

-¿Qué hacen aquí?

-¿Que no nos extrañaste?, o ya tienes a un imbécil a quien extrañar. –Contesto Max.

«In the flame of desire»||Carlos Pena y tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora