Agosto había iniciado, con ello la llegada un nuevo proyecto para ti, al parecer estábamos tan desesperados para comer pecado que no esperamos mucho, solo nos faltó acordar un día, exactamente...
Memorias:
04 de Agosto:
Aquel día íbamos a encontrarnos, propusiste algo serio, bueno, que no tenga nada ver con tener sexo, acepté, así que al correr tanto por aquella avenida por casi llegar tarde a la hora pactada te encontré fuera del restaurante del que habías punteado para encontrarnos.
- Tienes el cierre abierto - señalé con los ojos tu entrepierna.
- ¿Qué? Para ti - abriste los brazos como diciendo "te lo enseño"
Apenas dimos dos pasos más en los que te cerraste el cierre y yo di un respiro, cuando me miraste fijamente, iba a preguntar qué pasaba pero me bajaste la mascarilla, quedé en shook, iba a subirla pero tomaste mi brazo y mi ya no tan notoria cintura para darme un apasionado beso en plena calle, duro poco pero fue tal cual escena de película.
- ¿Qué fue eso? - pregunto subiéndose la mascarilla.
- Un regalito - sonreíste - ¿No notaste algún sabor distinto?
- No - empecé a testear mi boca - nada, es ¿limón?
- No, es cerveza, mis compañeros dijeron que celebremos, iniciamos con dos, una más y luego otra y así.
- Hum, pero aún no entiendo lo del cierre abierto
- Un adelanto - guiñaste un ojo.
No podía ser, estabas borracho, eras un sin vergüenza cuando tomabas, decías todo sin miedo, que loco y gracioso al mismo tiempo, ahora me dieron ganas de tomar contigo, por otro lado yo estaba emocionada por ver a dónde te habías mudado, no obtuve ninguna foto de tu apartamento nuevo, así que sí, estaba ansiosa.
Apenas llegamos a la puerta, sentí que nos miraban, por lo que agache la cabeza, entramos y sentí un Deja Vu al saber que tu puerta estaba en el 3er piso, como la primera vez...
- ¿Tienes agua? Me muero de sed - dije entrando al apartamento.
Fuiste directo a la cocina buscando entre las cosas, revisaste y me diste opciones.
- Tengo agua caliente, gaseosa fría o si quieres vino...
- No, madre me mataría si llego oliendo a alcohol, dame gaseosa.
Después de rehidratarme o algo así, recuperando mi normal estado físico sucedió algo gracioso, tu estabas detrás de la barra de la cocina mientras que yo al otro lado.
- ¿Puedo besarte? - preguntaste
- Pero si me chapaste afuera como si no pasará nada - pensé - sí.
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Our history of two
Historia CortaUna pareja que se ha conocido desde la adolescencia, deciden comprometerse después de diez años, sin importar la gran diferencia de edad o los hablares de las demás personas, eran felices. Lo que Kathlyn no sabía era que la persona que tenía a lado...