9.Una noche especial

259 31 7
                                    


Cuando era pelado y las únicas compañeras de juegos eran sus dos primas y su hermana, trataba siempre de desviarlas del juego que el más odiaba, jugar a las muñecas.

No es que no le gustaran las muñecas de sus primas, que eran echas con mucho amor por sus respectivas madres o algunas heredadas hechas por la abuela, era que el odiaba la temática con las que ellas se obsesionaban cada vez que sacaban sus muñecas de sus cajones, amor.

Cada vez que la palabra o algo mínimamente relacionada a esta hacía una actuación de vomitar, por el asco y repulsión que sentía, y es que no entendía como ver que Clementina y Susana (las muñecas de Dolores y Isabela respectivamente) se peleaban por el hipotético galán de novela, mientras le dejaban a la pobre mirabel y su muñeca la escenografía y el papel de sirvienta.

Algo más mayor, ya no sentía esa repulsión pero seguía sin darle sentido al amor, quizás porque de tanto verlo por todas partes, desde sus padres, tíos, su hermana y su abuela, empezó a tomarlo como una burla y por eso mismo Mariano se convirtió en su persona favorita para transformarse, siendo un dos por uno para el, ya que como si volvieran a ser niñas su prima y su hermana volvieron a un triángulo amoroso por el galán del pueblo, lo que cambió esta vez fue que por primera vez Dolores pudo ganar, pero fue más bien por el desinterés que sentía.

Y teniendo todo eso en mente, Camilo no sabía cómo, ni cuándo y mucho menos el donde se había enamorado tanto de la chica que bajaba según su perspectiva en cámara lenta, generándole un huracán de mariposas en su estómago que danzaban en sincronía con la chica que el admiraba en lo que por años recordó el momento más feliz de su vida; desde lejos se podía ver como los dos estaban embobados con la mirada del otro, mirándose tan fijamente que Dolores estaba segura que habían desarrollado telepatía para hablar entre ellos y que así ella no se enterara lo que decían.

Al llegar a la planta baja, los dos se tomaron de ambas manos como si de una coreografía ensayada se tratase y se dijeron la primera frase con la que se conocieron aquel día en el propio funeral de _____.

"Buenas noche Camilo"

"Hola mi Milagros"

Y siguiendo con su coreografía perfecta y sin decirse ni una palabra ( lo que aumentaba aún más la teoría de Dolores) los dos salieron por la puerta principal pero antes de cruzar del todo el patio Camilo recordó que había olvidado y volvió corriendo hacia la cocina en donde robó los tan esperados buñuelos y teniendo como excusa que eran para la visita, se pudo llevar una canasta completa de estos.

"Wow, esos si que son muchos buñuelos" dijo cuando vio al chico regresar contento con su captura.

"Lo mejor para mi chica ¿si o que?" Dijo haciendo un ademan para que esta le diera un beso en la mejilla.

Volteando los ojos divertida por el lo divertida de la situación que desvió la cara de este con un puño lento que depositó con delicadeza, pero eso no evitó que con sus actitudes teatrales Camilo hiciera un drama falso.

Estaban en la plaza principal del pueblo, más específicamente en la fuente de esta, devorando los buñuelos robados en soledad, debido a que la parranda del 24 se celebraba en la casa Madrigal y nadie se la perdía.

"Y esa es la historia del Tío Bruno y la Rata con Bóxer" dijo Camilo tratando de no reír por la expresión de la chica en su cara.

"Bueno, de echo eso explica muchas cosas" rio para toparse con el último buñuelo y sabiendo que Camilo lo quería pero no se lo quitaría a ella está lo partió por la mitad y se lo ofreció.

"Sabía que eras el amor de mi vida ______, pero esto me lo confirma" dijo para comer con todo el gusto su pedazo.

La Chica lo miró mientras degustaba ese pequeño pedazo como si fuera un manjar y pensó en todas las cosas que le habían pasado hasta ahora y que a pesar de todo lo malo, agradecía estar viva para conocer a Camilo Madrigal.

[CANCELADA]✨Cronica de una bruja✨//Camilo Madrigal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora