ᴊᴏᴋᴇꜱ

1

"FIESTA DE DYLAN"

Finn wolfhard

"Sí, los Picapiedra existieron antes de Cristo. ¿Por qué celebran Navidad?"

—Finn, ¿en qué piensas? —interrumpió mis pensamientos tontos mi mamá.

—Nada —dije mientras miraba por la ventana. Los árboles pasaban velozmente, íbamos camino a la fiesta de mi amigo Dylan, casi fuera de la ciudad.

—Es raro que estés callado —me miró desde el retrovisor—. Acuérdate que tu hermano te irá a buscar, ya que tengo que trabajar.

—Oh —miré nuevamente hacia la ventana—. Okay.

La verdad, ya me había acostumbrado a que Nick me recogiera de cada lugar al que fuera; siempre era así. Mis padres no estaban mucho tiempo conmigo.

Aún veía el camino, visualizando al final de la barriada una casa blanca, decorada con globos negros y rojos. Niños más pequeños que yo corrían de un lado a otro. Muchos de mis compañeros estaban en una mini cabaña abierta, conversando.

—Bueno, Finn, cuando te quieras ir, acuérdate de llamar a Nick —me dio un beso en la frente—. Que te vaya bien, rulos.

Bajé del carro, con el regalo que tenía para Dylan.

Noté varias miradas sobre mí y vi a mi mejor amigo correr hacia mí.

—¡Finn! ¡Llegaste! —me saludó Dylan con un abrazo.

—Feliz cumpleaños, Dylan —le entregué el regalo. Apenas lo tomó, vio su interior y se le iluminaron los ojos.

Eran dos juegos para su consola nueva que le regalaron hoy. La verdad, era una sorpresa de parte de su padre, pero se enteró muy temprano.

—¡Gracias! Ven, vamos a jugarlos en la sala.

Me agarró y me fue empujando hacia la puerta de su casa.

Era grande, decorada igual que afuera. Al fondo estaba la mesa con dulces y otras cosas más.

Me senté en un sillón marrón cerca de la televisión, que estaba demasiado cómodo.

—Bueno —me pasó un control—. Jugamos.

Asentí. Jugamos como 30 minutos hasta que la mamá de Dylan nos interrumpió.

—¡Dylan! Te he buscado como 10 minutos. Ven, tienes que recibir a tus invitados.

Gutiérrez se paró con un berrinche, pero solo se estiró, sin moverse de allí, al igual que yo. Se nota que, a sus 14 años, todavía no ha madurado.

—Amigo, en tu cumpleaños, el próximo año, no hagas fiesta.

—¿Por qué? —una sonrisa se dibujó en mis labios al oír a mi amigo gruñir.

—Esto —señaló todo su entorno—. Siempre tengo que estar saludando a la gente por culpa de mi mamá. A veces se me quitan las ganas de ser hijo de madre latina. —Me tocó el hombro señalándome la puerta—. A ver, mira, en unos 3 segundos entra un invitado más. 1, 2, 3...

Miré hacia la puerta. Entró una chica: la hermana de Vanessa, ¿creo?

—Viste, ellos deberían de venir a mí —me miró con cara de ofendido.

Luego entró ella, ________ Torres. Nunca le he caído bien. Es muy triste, ya que desde el día que entré a la escuela siento un remolino en mi estómago cuando está cerca.

—A alguien le gusta _____.

—¡NO!

—Bro, literal dijiste que sentías un remolino en tu estómago.