One-shots Robby x Miguel

Charla con Sam

En el dojo Miyagi-do se encontraban dos jóvenes hablando amenamente mientras tomaban unos refrescos.

—Entonces, ¿Como estás de tu lesión? Dices que estás mejor como para ganarme– Dice la joven algo arrogante y divertida.

—Ha, no aún no, pero incluso sin ello creo que podría ganarte sin esfuerzo– Dice el otro joven con confianza y una sonrisa.

Ambos dejan los refrescos a un lado y se ponen en posición de pelea, los movimientos torpes de parte del joven hacen que la chica se preocupe y decida parar.

—De acuerdo Miguel, eso es todo. Aún no estás del todo recuperado, podrías terminar peor– Suspira Sam estirando su mano hacia Miguel quien fue derribado por una patada de ella.

—En serio puedo hacerlo, solo estoy algo flojo– Insistía el joven de tez morena mientras se levantaba con la ayuda de su amiga.

—Insisto, no puedes aún, mejor hablemos es una buena forma para ponernos al día, ¿No crees?– Sonríe la joven palmeando el asiento a su lado, Miguel cierra los ojos y suspira derrotado.

—Esta bien, ¿Y de que quieres hablar exactamente?

—De nosotros, he estado pensando y creo que deberíamos volver– Dice Sam mientras se acerca al rostro de Miguel quien estaba nervioso por esas palabras.

Ninguno sabía, pero detrás de ellos se encontraba otro joven, Robby quien los veía bastante enojada apunto de interrumpir cuando algo lo hizo detenerse.

—Sam, lo siento, pero esto no va a funcionar– Dijo Miguel alejándose y mirando sus manos nervioso mientras juntaba sus piernas– De hecho hay algo que tengo que contarte.

La joven entendió y no insistió, si el otro joven no la quería de esa forma ella no lo obligaría si es que solo quería una amistad de ella.

—Dime, puedes contar conmigo– Apoya su mano en el hombro de Miguel en un intento de brindar apoyo a su amigo, a pesar de ser rechazada.

Robby estaba al tanto de lo que hablaban y aunque sabía que estaba mal, no podía dejar de escuchar.

—Durante este último tiempo he estado sintiendo cosas por alguien más, se que sonara raro y me creerás loco– Explicaba Miguel mientras sudaba un poco.

—Vamos, Miguel puedes confiar en mí. No me voy a reír mí mirarte mal. ¿Acaso te gusta un chico o algo así?– Sonríe Sam con algo de diversión, pero al ver el rostro serio de Miguel y que quito su vista de ella se le borro su sonrisa– Oh, pero no está mal, hoy en día, los chicos hasta pueden casarse legalmente y adoptar– Trataba de sonar optimista Sam en un intento de animar a su amigo– ¿Es algo más que no me quieres contar?

—"¿Qué? ¿A Miguel le gustan los hombres? Creí que solo le gustaban las mujeres y además se junta mucho con mí padre...esto me sorprende"– Piensa Robby ya metido en el asunto.

—Si, no creí que fuera necesario comentarlo. Pero últimamente se ha vuelto muy molesto esto, el Sensei Lawrence siempre me presiona diciendo cosas como "¿Cuándo traeras a una chica? Las muchachas llegaran, no te preocupes" se que me quiere de cierta forma y es algo antiguo, pero yo realmente no quiero tener una novia y no se como decirle. Ah, para aclarar, no te mentí, si me gustabas y mucho, es solo que también me gustan los hombres y no puedo dejar de pensar en uno desde hace un tiempo– Dice Miguel algo apenado y sintiendo calor en sus mejillas.

Sonrojarse nunca le había gustado al joven ya que se sentía como un tonto por avergonzarse tan rápido, más sin embargo habían dos personas que pensaban de otra forma. Esos eran Sam y Robby que pensaban en lo lindo que se veía el chico en ese momento, el segundo intentando quitar ese pensamiento rápidamente.