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Linda entró al apartamento, saludó a Trixie y se sentó en uno de los taburetes de la isla de la cocina. Chloe le sirvió una copa de vino y se sirvió una para ella misma.

-Gracias – dijo Linda mientras agarraba la copa de vino - ¿Cómo estás?

-Simplemente estoy, no te voy a mentir – contestó Chloe mientras bebía un sorbo de su copa - ¿Te ha mandado él a qué hables conmigo?

-Oh, no. Nada más lejos de la realidad – respondió Linda ante la mirada confusa de Chloe – no he sabido nada de él desde bueno, ya sabes, el incidente con su rostro. Canceló todas las sesiones que teníamos programadas. El último que lo vio fue Amenadiel, que voló hasta su balcón, ya que Lucifer ha cerrado por completo el ascensor. Ahí fue cuando le contó lo que había pasado y así fue como nos enteramos de lo ocurrido.

-Amenadiel voló, claro, porque es un ángel.

-Así es – asintió Linda – sé que al principio todo es muy confuso y aterrador, pero al fin y al cabo, siguen siendo las mismas personas que conocemos, nuestros amigos.

-¿Cómo puedes hacerle terapia a Lucifer sabiendo que es el diablo?

-Bueno, te sorprenderá, pero no es tan diferente de nosotros. De hecho, diría que lo único diferente es que es un ser celestial.

-Entonces, ¿no es cómo lo describe la historia? – preguntó Chloe confusa - ¿No está aquí para tentar a los humanos y recolectar sus almas?

-Lucifer es todo lo contrario a eso; más que tentar, él saca los deseos de cada persona, tú lo has visto en innumerables ocasiones y eso de las almas, me contó que las personas van al infierno por su propia culpa. Él era meramente el guardián del infierno; un trabajo más, pero no lo eligió él, fue el castigo que le impuso su padre.

-Dios – añadió Chloe.

-Así es. Fue expulsado del cielo por un padre que no creía en el libre albedrío para sus hijos y castigado a reinar allí por toda la eternidad.

-Pero él odiaba ese sitio, lo ha dicho muchas veces.

-Sí, por eso vino a la tierra, porque estaba cansado de estar allí, no para reclutar almas y sembrar el caos – agregó Linda e hizo una pausa antes de continuar – Por eso, deberías hablar con él. Te contará de primera mano todo lo que quieras saber y resolverá tus dudas.

-No sé si puedo hacerlo.

-Como he dicho, sé que es aterrador saber todo esto, pero también sé que en el fondo, tú lo conoces perfectamente. Sabes que a pesar de quién es, es el hombre más amable, desinteresado, cariñoso y protector de siempre. Él es más que el título y la reputación que se le ha dado y créeme que eso le ha hecho mucho daño.

Después de una breve charla y unos cuantos consejos, Linda se marchó del apartamento. Hablar con alguien que también lo sabía fue un gran alivio para Chloe y sobre todo, ver como Linda estaba perfectamente de acuerdo con la situación, le daba esperanzas para volver a retomar la amistad con Lucifer. Quizás ella tenía razón; no era tan distinto de los humanos. A veces, era increíblemente infantil, terco, egocéntrico y vanidoso. Pero también era amable, cariñoso, protector y desinteresado, aunque esto último no le gustaba admitirlo. Desde que lo conoció, lo había escuchado muchas veces quejarse de que las personas lo culpaban de sus acciones y detestaba todo lo que se hacía en nombre del diablo. Era el primero que quería castigar a las malas personas y no pasaba por alto ninguna injusticia. Hacía todo lo posible por hacer felices a sus amigos y siempre estaba disponible cuando alguien necesitaba su ayuda. ¿Cómo podía ser un ser malvado y mezquino? Estaba tan lejos de la imagen que la gente tenía de él y por un momento, ella había caído en esa mentira. Se sentía tan estúpida de haberlo hecho.

Esa misma noche, cuando Chloe se fue a la cama, todos los recuerdos que tenía con Lucifer le vinieron a la mente y ciertas cosas comenzaron a encajar, aunque a algunas aún tenía que buscarles la respuesta. Recordó al comienzo de su asociación, cuando él le pidió que le disparara y se sorprendió cuando comenzó a sangrar. "¿Qué me está pasando? Dijo un Lucifer muy aturdido y confuso, pero ¿por qué sangró? ¿No es el diablo invulnerable? También recordó que poco después él mismo le dijo que lo hacía invulnerable. Nunca pensó que lo decía en el sentido literal de la palabra.

Recordó su beso en la playa y lo que le dijo él antes de que ella lo besara "Necesitas a alguien que te merezca y ese no soy yo", "Te mereces a alguien tan bueno como tú, porque bueno, eres especial y yo no te merezco". No se había sentido digno de ella y ahora empezaba a entender por qué; según lo que le había contado Linda, Lucifer se veía a sí mismo como un monstruo, alguien incapaz de recibir cariño y ser amado. Quizás por eso él había huido la primera vez que estuvieron a punto de ser algo, después de ese beso, cuando las cosas parecía que se ponían serias entre ellos. Pero si así era, ¿por qué si que se atrevió a confesarle como se sentía cuando ella estaba con Pierce? Todavía tenía muchas preguntas sin respuesta y sabía que no las resolvería si no iba y hablaba con él.

A la mañana siguiente, Chloe se despertó para prepararle el desayuno a Trixie y llevarla a la escuela. Aún le quedaban algunos días de vacaciones y quería resolver el tema de Lucifer antes de volver al trabajo. Una vez que dejó a su hija, marchó al ático de Lucifer sin perder tiempo. Mientras conducía hacía allí, comenzó a armar un discurso en su cabeza; lo que le diría primero, lo que seguiría después y así hasta decirle todo lo que tenía preparado. Parecía que lo tenía listo, pero a medida que se acercaba a Lux, los nervios comenzaron a florecer y el discurso tan seguro que tenía preparado en su mente, comenzó a disiparse.

Nada más llegar, aparcó en el parking privado y se dirigió adentro. Lux estaba casi vacío, solo se encontraban un par de empleados que estaban limpiando y preparando las cosas para la noche. Así mismo, vislumbró a Patrick detrás de la barra y se acercó para preguntarle por Lucifer.

-El jefe está arriba detective Decker.

-¿Pero puedo verlo? Tengo entendido que no deja que nadie suba.

-Sí, pero tú eres la excepción – contestó Patrick con una sonrisa amable – nos dijo que aunque era poco probable, si aparecías, podías subir.

-Gracias Patrick.

-De nada – contestó él saliendo de detrás de la barra – te acompañaré al ascensor, ya que hay que meter el código de desbloqueo para entrar.

Chloe siguió en silencio a Patrick hasta las puertas del ascensor. Una vez allí el camarero tecleó el código y las puertas se abrieron instantáneamente. Chloe vaciló por un momento y Patrick le hizo un gesto con la mano para que entrara. Una vez que entró, se despidió de él y las puertas se cerraron mientras el ascensor comenzaba a ascender. Su corazón martilleaba en su pecho sin cesar; los nervios que había tenido de camino no eran comparables con los que estaba sintiendo ahora. En cuestión de segundos el ascensor llegó al último piso y las puertas se abrieron. Chloe se armó de valor y dio unos pasos hacia delante, saliendo con cautela mientras miraba a través de la sala vacía. Fue entonces cuando vio que Lucifer se encontraba en el balcón, apoyado en la barandilla, de espaldas a ella. Todavía no había notado su presencia. Mientras se acercaba a él podía notar su pelo desordenado, algo inusual en él. Vestía su bata de seda y llevaba unos pantalones largos de pijama a juego. Chloe estaba cerca de las puertas del balcón, cuando Lucifer notó su presencia y  se giró.

-¿Detective? – preguntó Lucifer asombrado.

-Hola Lucifer – contestó Chloe con una media sonrisa a unos cuantos pasos de él – creo que es hora de que hablemos.

DignoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora