Prologo: Una marca imborrable

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~ Hace 10 años ~

Hace tiempo un chico soñó con una niña atrapada dentro de lo que parecía una señal de estática de tv, le llamaba, era una chica rubia de ojos carmesís, que estaba limitada por la pantalla, le llamaba.

                         — Hola ¿Hola? ¿Puedes escucharme? Emm... no importa... solo quería decirte... muchas cosas nuevas vendrán... sé que eres alguien que ha mantenido el perfil bajo... pero quiero decirte esto... nunca podrás escapar de esto... Eres alguien clave para nosotros...

Entre más hablaba la estática era aún más, existieron más visiones sobre un chico gritando y alguien con los ojos azules brillando. Hasta que empezó a ser total la estática y termino despertando, dando varios suspiros agitados.

                        —» Era la primera vez que tenía un sueño tan extraño... ¿Ser clave para algo? Creo que solo sería para aburrir.

El chico se levantó, mostrando su apariencia típica de cualquier japonés; de cabello negro, de ojos negros y  ligeramente rasgados, de piel pálida y su peinado en forma de hongo pero que tenía un toque despeinado que le hacía ver mejor que otro que tuviera ese corte.

Tomo su ropa de la escuela rápidamente para cambiar su pijama a la de su uniforme de la escuela. Así de esta manera, salió de su cuarto y bajo las escaleras para desayunar en el comedor.

Su madre le preparo una fuerte comida como desayuno, le dio un arroz al vapor con huevo y verduras, le dio un pan tostado con mantequilla y un poco de carne asada. El chico lo termino a su tiempo. De ahí preparo paso para irse a la escuela, fue a la parte de los zapatos a ponérselos.

                        — Espera un momento pequeñín. — Le mostro su bolsa con su almuerzo y se la puso en su mano mientras le sonreía. — No quiero que pases hambre.

El chico tomo la comida y miro a su mamá con una sonrisa suave, agradeciendo su gesto.

Salió de la casa y empezó a mirar a su alrededor otros chicos; eran de la misma escuela.

Veía como ellos reían y platicaban, incluso jugaban entre si. Uno de ellos empezó a empujarse y accidentalmente chocaron con Akihiro.

                        — Perdón...

El no dijo nada por una extrema timidez, por lo que elevaron una ceja. El otro chico lo jaló hacia él.

                       — Ese rarito no habla... mejor déjalo así. — Murmuro a su oído del otro chico, eran muy obvios por el volumen y gestos empleados.

Al entrar a la escuela, unas chicas empezaron a reírse y miraron hacia el chico.

                      — Aki... parece que no matas ni una mosca... pero supongo que en tu mente podrías sacar un cuchillo para matarnos.

La miro e inclino su mirada.

                       — Soy Akihiro... — Siguió su paso.

La chica se enojo y lo empujo, tirandolo al suelo. Haciendo que otras chicas se rieran.

                       — Bueno, ya que no quieres hacer eso, tendrás que ser nuestro esclavo...

Akihiro fue jalado y fue abrazado de espaldas, por su amigo, un chico de cabellos castaños y de ojos negros, era de piel blanca rojiza.

                       — Lo siento chicas, pero según la ONU ser esclavo es castigado por la ley, y como ustedes creen que están delante de la ley, tendré que yo llevármelo y rescatarlo de sus garras.                

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