Capítulo 7

1K 46 4
                                    

Era increíble. Afuera estaba lloviendo, y adentro en esa habitación, sobraba el calor. Diego beso mi cuello, con delicadez. Envolví mis brazos en su cuello, y el se coloco entre mis piernas una vez mas. Me miro a los ojos, y me beso. Luego me penetro. Deshice el beso para soltar un gemido. Fue delicado. No fue nada brusco, ni agresivo. Entro en mí fácil y lento. Sin dejar de mirarme a los ojos. Hice un esfuerzo por no cerrarlos y mirarlo también. —Mas rápido- Murmure entrecortadamente. Me miro con ojos de ‘¿Estas segura?’ y entonces enrede mis dedos en su cabello. –Por favor.


El suspiro y las embestidas comenzaron a hacerse mas rápidas y fuertes. El dolor disminuyo y el placer aumento. Ahora no solo eran mis gemidos, se incluían los de Diego . Deje que me tomara. ¡Al diablo mis pensamientos! Luego los aclararía. –Oh Lodovica!- Gimió de lo mas excitante y contribuí envolviendo mis piernas en su cintura, pegándolo mas a mí.


—¡Oh, Oh, oh!- Gemía mientras lo sentía dentro de mi. Volví a sentir espasmos en mi cuerpo. El de Diego igual temblaba. Me aferre mas a su espalda, como si fuese a caer. Diego salió y después entro bruscamente, haciéndonos llegar al orgasmo. Con un grito al mismo tiempo, nos hicimos notar agotados. Diego dejo caer su cabeza en mis pechos, mientras yo temblaba. Nuestros pechos subían y bajaban agitadamente. 


—¡Wow!- Exclamo el, sin moverse para nada.
—¿Qué?- Murmure.
—Dios esto ah sido…
—¿Traumante?- 
—No- suspiro —Maravilloso. Es, el mejor sexo que eh tenido en mi vida- Me sonroje y bostece.
—Vamos A dormir, muñeca- Se acomodo a mi lado, y me atrajo hacía el. Suspire y me deje abrazar por sus cálidos brazos. Cerré los ojos. —Descansa- Susurro en mi oído, y beso mi mejilla. Lance otro suspiro mas y después ya no sentí, ni escuche nada.

Los rayos del sol, dieron directamente a mis ojos. Trate de abrirlos pero no pude. Sentía los parpados como dos rocas. Trate de estirarme, pero algo me lo impedía. Con mis manos toque y sentí el brazo de alguien. Abrí bien los ojos y me encontré con Diego .


Aún dormía. Me detuve a observarlo. Sus labios carnosos, sus ojos cerrados, su pausada respiración. Deslice uno de mis dedos por su hombro, el cual abrazaba mi cintura. Su piel era suave. Su cabello estaba enmarañado. Se veía tremendamente bien. ¡Dios! Bien le quedaba poco. Perfecto.

Y luego me vi a mi. En la cama de el. ‘Caíste y el lo dijo’. Eso era lo peor, el me había advertido que tarde o temprano caería y así fue. Sentí asco de mi misma. Y odio hacía el. Exacto. ¿Dónde quedaba el odio que decía tenerle?.

Asustada de mi misma, me levante sin hacer ruido. Di vueltas por la habitación varias veces y tome una decisión. Me iría. Si, era lo mejor.


Me coloque mi ropa interior, y tome ‘prestada’ una camisa de Diego . La cual me quedo gigantesca, pero no importaba. No quería ponerme el vestido. Me puse mis tacones, y guarde el vestido en una bolsa que estaba tirada. Me mire al espejo y cepille mi cabello después tome mi celular. 


Me acerque a la cama y me apoye en esta. Mire a Diego y sin que se despertara, bese sus labios en un corto beso. Suspire y salí de su cuarto, segundos después de su casa, y también tendría que salir de su vida.


**

Llegue a casa, y mis padres no se encontraban ‘Como siempre’. Seguro ni cuenta se habían dado de que no pase la noche en mi casa. Saque mi celular y lo prendí.
10 llamadas de Araceli y 5 mensajes, 4 de Araceli y uno de un numero desconocido.

Abrí los mensajes y los leí: ‘Lodovica¿Dónde estas?’ ‘Cariño me estas asustando, no te encuentro’. ‘Christian dijo que te fuiste con Diego picarona’, ‘Recuerda el preservativo, y si quiera me hubieses avisado ¡mujer!’. Reí al imaginarme la cara de Ara, abrí el mensaje de el numero desconocido, y mi corazón dío un vuelco. ‘Te fuiste, ¿Por qué no me levantaste? No sabes el susto que me diste, tuve que llamar a Jorge  para que me pasara el numero de Araceli y ella el tuyo. Creo que la he asustado, en fin, te veo en la escuela, cuidáte’.


Suspire riendo, y guarde el numero desconocido con nombre ‘Diego’. Subí a mi habitación y me di un baño. Me deje el cabello suelto y con ondas, brillo labial, y sonreí. Segundos después mi celular comenzó a sonar. Mi corazón dio un vuelco. ‘Es el’.

Secret sex-DievicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora