En un mundo sumido en el caos, Geno, se ve atrapado entre los susurros del pasado.
La historia se sumerge en la dualidad de la existencia de Geno, quien, a pesar de conservar su humanidad, no sabe su propósito del porque esta ahí y porque le paso l...
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—... Para que es todo esto?—
—No me gusta estar lejos de mis hermanos padre—
Su pequeña voz llena de angustia resonaba como un eco en la habitación a la espera de una respuesta del mayor quien buscaba palabras para evitar que se preocupara.
—Tengo que asegurarme qué estés bien mi niño y no solo tú... todos los que están aquí, ¿confías en mí no es así Geno?—
Se encontraba inmovilizado por una extraña sensación de pesadez. La habitación, antes llena de una luz, parecía distorsionarse sutilmente a su alrededor. Miraba con miedo a su padre quien cada vez era irreconocible, soltando murmullos inentendibles. De manera vaga, formando oraciones que él no comprendía.
Con esfuerzo, intentó moverse, pero sus extremidades fueron tomadas con fuerza. La figura de su padre se empezaba a acercar. Sentía como su respiración estaba cada vez más cerca a él, y justo cuando le empezaba a entender lo que le estaba intentando decir, abrió los ojos.
Sin embargo, en lugar de la satisfacción que se debería esperar, se encontró con la monótona realidad de nuevo, no era la Primera vez que sueña con aquello y nunca terminaba de saber que es lo que le quería decir su padre. La tenue luz solar se dejaba filtrar por algunas grietas dejando ver en donde se albergaba, pero algo en el ambiente aún resonaba en sus oídos, con inquietud buscaba con mirada entre algunos maniquíes, guiando sé por el sonido.
Un suspiro escapó de sus agrietados y secos labios, con cautela se acercó, y en la penumbra descubrió a un niño, o al menos, lo que quedaba de él. Ahora un no viviente, errante y sin rumbo. La tristeza se entrelazó con la rabia en sus ojos al verlo en ese estado, moviéndose torpemente, la luz revelaba la palidez de su piel, los ojos opacos y vacíos.
Verlo le recordaba su dolorosa verdad que compartían, pero mientras él conservaba su conciencia, el pequeño estaba atrapado en una danza sin fin de instintos y despojos de humanidad.
No podía culparlo, a él le daban también estos despojos cuando el hambre alcanza su clímax. —Preferiría estar totalmente muerto— murmuró entre dientes, anhelaba la liberación de la conciencia, deseando poder ser como el pequeño, libre de pensamientos y emociones.
Decidió tomar un respiro, alejándose del infante. Saliendo por una puerta improvisada dejando atrás su escondite qué escogió hace ya más de un año. El color amarillo desgastado era un color representativo del lugar, había también hojas regadas o pegadas en las paredes, algunas decían "descuento del 20%, sale", mientras caminaba por las calles desiertas y destruidas, su mente se sumió en los fragmentados recuerdos que le quedaban, muchos de ellos vacíos, pero el mismo fue quien los vacío en primer lugar.
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¡Hola! Soy kriss y seré su autora en esta oportunidad.
Este es un escrito que hice en el 2022 y deje incompleto, a lo cual vengo a reescribir/actualizar esto.
Si eres nuevo/a, bienvenido/a seas, te comunico que cualquier capítulo con nombre y un numero son totalmente legibles, ya que son los actualizados y que evites los que solo tienen números, ya que te podría confundir un poco.
Si ya eres un lector que está al día, te recomiendo volver a releer los capítulos, ya que serán actualizados, cambiando algunos conceptos, pero la trama seguirá siendo la misma.
