Hace seis años que vivo en el tercer piso de uno de los edificios más viejos de la ciudad.
Solía vivir en un barrio humilde, con mi madre y mis cuatro hermanos pequeños.Me mudé aquí con la esperanza de una vida plena, rodeado de amigos, fiestas, mucha vida social y alguna historia de amor. Pero la realidad me golpeó crudamente en la cara, es muy diferente de lo que se ve en las películas. Sí, tengo amigos y algo de vida social, pero no tanto como quisiera.
Trabajo todo el día para costear los gastos de la renta, la comida y de mi gato, Excalibur.En mi apartamento, tengo lo básico, un pequeño sofá, un kotatsu, algunas bancas en la isla de la cocina, y una cama. No tengo televisión por dos motivos, la primera: porque no la encuentro necesaria, y la segunda: realmente son caras.
Asi que al llegar a casa, me limito a cenar en el balcón, sentado en el suelo, bajo la luz de las farolas de la ciudad. Excalibur se acomoda sobre mi regazo y pasamos horas viendo la gente pasar. Aunque la mayor parte del tiempo imagino cómo será el apartamento de enfrente. Hace más de un año que se encuentra vacío. Tiene enormes puertas-ventanas, con enormes balcones decorados por una herrería fina y antigua.
Fantaseo con rentarlo y decorarlo a mi gusto. Pero estoy muy lejos de realizarlo.***
Se acercaban las fiestas de fin de año, y con ellas toda la locura.
–Chifuyu, por favor ¿puedes reponer las bebidas, como te pedí? –exclamó Izana molesto, mientras yo terminaba de cobrarle a una señora–. Un idiota,acaba de vomitar en el pasillo. —concluyó, dirigiendose al sector del desastre con el equipo de limpieza.
–Estoy harto de esta vida de mierda. Ojalá ser un gato –murmuré mientras comenzaba a poner las botellas con diferentes tipos de alcohol en las heladeras.
Alguien carraspeó detrás mío. Al girar me encontré con un sujeto alto, vestia traje y era poseedor de unos enormes ojos verdes.–Disculpa, solo quiero una cerveza –dijo.
–Están calientes, –respondí malhumorado–. parece el fin del mundo, agotan todo en un segundo.
El sujeto sonrió.
–No importa, la llevaré igual. No tengo apuro, puedo esperar a que enfríe. –le pase la bebida, y cuando se estaba yendo, giró y me dijo–: si te llegas a convertir en gato, no seas callejero, es muy dura la vida en la calle. Buscame, acabo de mudarme y estoy solo.¿Qué carajos?
Quedé sorprendido, viendo como se alejaba, pero le resté importancia al asunto, al fin y al cabo, locos como ese sobraban.
Al final de la jornada laboral, me surtí de algunos víveres y con un taiyaki en la boca caminé hasta casa.
Las calles parecían de hielo, y la gente caminaba velozmente huyendo del frío. Sin embargo, yo lo disfrutaba.Llegué, saludé a Excalibur, y sin sacarme el abrigo, fui directo al balcón. Me acomodé sobre un puff y saqué de la bolsa dos latas de cerveza y unos palitos de yakitori. Rara vez cocinaba. Traer comida del trabajo era un hábito.
Cuando estuve satisfecho, me recosté sobre la pared y fijé la vista al frente. Ese día las luces de la calle no parecían funcionar correctamente, el balcón vecino estaba en penumbras, pero de igual modo divisé una cortina balancearse con el viento.
¡Al fin había sido habitado!Esperé con ansias que se encendiera alguna luz desde su interior. Sentía curiosidad por las personas que serían mis nuevos vecinos. Sin embargo esa noche no hubo señales de nada.
Me fui a dormir con desilusión.
Dos semanas después, comencé a creer que no había nadie viviendo allí. Quizás uno de los agentes inmobiliarios, decoró un poco para que sea más rentable.Una noche de lluvia, me mantuve en el umbral, contemplando la forma en que el agua golpeaba con fuerza sobre las barandas del balcón. Estuve a punto de cerrar las cortinas dramáticamente, cuando la luz del balcón de enfrente se encendió. Esperé unos minutos, la curiosidad me mantuvo parado sosteniendo las cortinas con fuerza, pero no vi nada, luego las luces volvieron a apagarse y una silueta se asomó, pude vislumbrar a través del cristal, el resplandor de un cigarrillo y un torso desnudo. Se trataba de un hombre, pero no pude verle el rostro.
Ambos estábamos de pie, frente a frente, a través del cristal y la intensa lluvia que nos separaba. Al cabo de un rato la silueta desapareció.
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Love at first sight [Kazufuyu] [One Shot]
FanfictionA Chifuyu le tomó algunos años en conseguir la historia de película que tanto deseaba. ⚠️ ATENCIÓN ⚠️ +18 One shot largo :p