Una primera vez. // Yuyeon

Único.

Era una linda tarde de invierno, Soyeon había invitado a su novia Yuqi a ver películas, charlar y comer, una vez entrada la noche le sugirió que se quedara a dormir; cuando Soyeon le propuso esto a Yuqi esta última no pudo evitar sonrojarse, tampoco pudo evitar que su mente vagara por imágenes nada inocentes y a su consideración muy pervertidas.

Convenientemente para ambas, los padres de la mayor tuvieron que salir de emergencia, dejandolas solas hasta la mañana siguiente.

POV: Yuqi

Después de que los padres de Soyeon se marcharon y nos quedamos solas no pude evitar sentirme como una delincuente o como una niña en su primera travesura, sentía que estaba haciendo algo malo al quedarme con ella.
Recordé entonces uno de mis sueños, había sido mi primer sueño húmedo y así como mi primer beso, primera novia y primer amor, fue con ella, recuerdo que cuando me desperté, me sentí avergonzada y demasiado caliente, lo recuerdo perfectamente porque bueno soy una adolescente cachonda de 17 años y mi cuerpo tiene necesidades.

Salí de mi trance cuando escuché a Soyeon llamándome.

- Yuqi-ah voy a meterme a bañar primero, puedes esperarme aquí o en mi cuarto, no tardo. -

- S-Sí, claro aquí te espero unnie. -

Soyeon bañándose... ¿cómo será su cuerpo desnudo? aah pero ¿en qué pienso? me siento como una pervertida, si ella se enterara de estos pensamientos probablemente se espantaría o me vería como una sucia pervertida.

Cuando termino este pensamiento me doy cuenta de que ella sale del baño, secando su corto cabello, teñido de un rubio muy lindo, ¿ya dije cuánto me encanta? Bueno, toda ella me encanta si soy sincera.

- Yuqi-ah ya puedes entrar, a la derecha están el shampoo y el acondicionador, del otro lado el jabón de cuerpo y te dejé una toalla colgada dentro del baño, te espero para cenar.-

- Ah sí, en un momento salgo. -

Me bañé, limpié mi cuerpo y mi cabello, usé su acondicionador y no pude evitar pensar que ahora olía a Soyeon, como si fuéramos una pareja que vive junta, usando las mismas cosas y conviviendo... me sentí increíblemente feliz con estos pensamientos.

Salí del baño, sequé un poco mi cabello y cuerpo con la toalla que ella me dio, la toalla que ella usa... todo es tan lindo, emocionante y extrañamente excitante.

- Unnie, he terminado. - anuncié mientras entraba a la cocina, observando a mi novia, preparando una pasta, con sus mangas arremangadas para evitar ensuciarse y ocupando un mandil, era la primera vez que la veía hacer algo tan normal pero extrañamente especial para mi.

Dejándome llevar la abracé por detrás, tomándola por la cintura y colocando mi mentón en su hombro, pudiendo notar el olor fresco a jabón, sentí un escalofrío, me sentía tan bien, tranquila, en casa.

Ella río un poco cuando respiré profundo enterrando mi nariz en el hueco entre su cuello y su cabeza, amando estar ahí, con ella.

- Yah~ estás muy cariñosa últimamente, ¿es que al fin aceptaste que soy el ser más hermoso e irresistible de este planeta? - ella soltó una pequeña risa, esas pequeñas risas eran todo para mi, me hacían sentir tan bien.

- Mhm, alguien está aprovechando que estoy feliz para burlarse de mi. - mencioné sonriendo un poco. - Tal vez debería dejar de ser tan cariñosa. -

Cuando terminé de decir esto hice el amago de quitar mis brazos de su cintura para así deshacer el abrazo que teníamos.

- Vamos Yuqi-ah sabes que me gusta que seas así y también me gusta burlarme de ti, pero para eso hay más tiempo, ahora hay que cenar para poder ir a dormir. -

Cuando dijo esa palabra volteó un poco, dándome una mirada que no supe descifrar.

- Bueno vamos entonces, aún quiero abrazarte toda la noche, mi a-m-o-r. -

Contesté con un tono entre meloso y juguetón.

Pude notar que Soyeon se sonrojó, pese a que volteó la mirada, pero aún así me pude dar cuenta.
Después de esto cenamos, hablabamos de qué haríamos en navidad, algunas veces intenté darle de comer en la boca para molestarla pero terminé por recibir un sonrojo por parte de mi contraria, no lo esperaba pero me hizo sentir increíble.

Cuando terminamos me ofrecí a lavar los platos, ya que ella cocinó todo; una vez acabé con esta tarea me dirigí al sillón, encontrándome a una Soyeon algo asustada viendo una película de terror, se veía tan linda y vulnerable, que lo único que quise hacer fue abrazarla y hacer que se sienta segura en mis brazos.

Pasó media hora y entonces comenzamos a besarnos, primero fueron besos inocentes, simples roces pero que me hacían sentir viva; después de un rato así me aventuré más y toqué con mi lengua el labio inferior de mi novia, esperando a que me correspondiera.

Ella lo hizo, primero tímidamente y después mordió un poco mi labio, tirando de él haciendome jadear, el beso siguió incrementándose y podía sentir que comenzaba a hacer calor en la habitación.

Comencé a inclinarme poco a poco hasta quedar encima de ella, procurando no aplastarla, cuando me di cuenta tenía una mano en su cintura y la otra sostenía mi peso para evitar lastimarla, la miré a los ojos, viendo un brillo especial que reflejaba amor, amor inmenso y pude notar rasgos de lujuria.

Bajé mi mirada a sus labios, tan rosados y apetitosos, algo hinchados por la sesión de besos que tuvimos previamente pero luciendo increíblemente lindos y calientes.

- Creo que deberíamos ir a la habitación, es un poco tarde... - la escuché decir en voz baja, algo tímida mientras bajaba la mirada para no encontrarse con mis ojos.

- Mmm sí, vamos. - Dije mientras me incorporaba y apagaba el televisor.
Posteriormente subimos a su cuarto y pese a que su papá pidió y ordenó que durmiera en la habitación de invitados, Soyeon insistió en que durmiera con ella. Me subí a su cama, intercambiamos miradas y entonces ella se sentó en mis piernas mientras me besaba apacionadamente.

-Mmm So-Soyeon espera... ¿no crees que estamos llendo muy rápido? -

Quería seguir pero necesitaba que ella me lo dijera, que me dijera que quería que yo le diera una primera vez.

- Quiero hacerlo. No me importa si solo llevamos 5 meses o si somos muy jóvenes, te amo y quiero hacerlo, quiero que nos entreguemos y nos amemos más allá de los cariños y besos normales. - Ella terminó de decir eso mientras me veía, con ese brillo que anteriormente vi pero ahora con la lujuria y el deseo a rebozar.

- Yo también te amo, te amo demasiado, quiero que sigas siendo mis primeras veces, tal y como lo has sido hasta ahora. - terminé mi frase con un beso, no uno cualquiera era el beso.

Esa noche nos entregamos, nos amamos, fue raro al principio al no tener experiencia e información sobre el sexo lesbico, pero lo importante fue que lo hicimos con amor.

Mientras estábamos abrazándonos con mucho amor y cariño nos dijimos tantas veces que nos amábamos, entre pequeños besos y caricias.

Fue el mejor día de mi vida ya que, pese al frío invierno, mi corazón y mi cuerpo se encontraban calientes al estar con la persona que amo.