Canciones azules para cobardes. [Chanbaek/Sechen]

19. No me importa nada más que tú.

"Buenos días cariño." La mamá de Sehun dijo. Le pellizcó la mejilla al pasar. Sehun se frotó el ojo, se rascó el pecho y se acercó a la jarra de leche colocada en el mostrador. "Buenos días a ti también mamá." Dijo.

"Buenos días cariño." Su papá dijo. "Deberías lavarte la cara."

"Lo haré." Respondió. Entonces, se giró ligeramente.

"Buenos días Jongdae." Cerró los ojos y los abrió de nuevo. "¿JONGDAE?"

Jongdae se echó a reír. "Por favor no grites." Él dijo. "Es muy temprano para eso."

"¿Quieres un poco de miel?" Su padre preguntó. Empujó la miel hacia Jongdae. "Sabe bien con las tostadas."

"¡QUÉ DEMONIOS!" Gritó Sehun. "Sehun, cariño por favor cállate." Su mamá dijo.

"En realidad no me gustan las cosas dulces." Dijo Jongdae. "Pero quiero probarlo ahora por alguna razón."

"Qué demonios..." Sehun echó su cabeza hacia atrás. "Me he vuelto loco."

"Intenta agregar un poco de queso." El papá sugirió. "El sabor salado y dulce se mezclará."

"Cómete tu comida, querido." Su Mamá dijo. "Siéntate."

"Creo que deberían abrir un café." Jongdae dijo a los padres de Sehun. "Esta ha sido la mejor tostada que he comido jamás."

La mamá sonrió. "Mi jubilación está a la vuelta de la esquina." Ella dijo. "Lo pensaré."

"Mamá", intervino Sehun. "Puedo explicarlo-"

"Mi cielo, ¿puedes por favor sentarte?"

"Me van a matar." Susurró al muy sonriente Jongdae. Qué demonios, quería besarlo incluso en esa situación. "Mamá", dijo de nuevo. "Sé que parece-"

"Sehun, siéntate."

"Mamá, realmente-"

"¡SEHUN!"

"¡SÍ, MI SEÑORA!"

Ella suspiró. "Está bien."

"¿Qué?" Sehun frunció el ceño. Sus hombros cayeron. "¿Qué quieres decir con que está bien?" Su papá dejó la mesa para rellenar su café.

"Significa lo que crees que es".

"¿No te importa?" Sus ojos se abrieron mucho. "¿Todo esto?"

"No, querido." Ella sacudió su cabeza.

"¿Qué pasa con el hecho de que él sea un chico?"

Ella frunció el ceño. "Nada."

"¿No es importante para ti que él sea mayor que yo?"

Ella cerró los ojos. "No."

"¿Qué hay de él irrumpiendo en casa y probablemente durmiendo en mi cama?"

Sus músculos se tensaron. "Nada."

"¿Qué? ¿Ni siquiera te importa que me acueste con él?"

Jongdae se atragantó. El padre de Sehun se volvió hacia otro lado. Su mamá inhaló profundamente. "Sehun." Ella dijo. "Siéntate."

Se sentó, Jongdae lo miró. "En realidad es mucho más que mayor que yo." Le dijo a su madre.

Ella suspiró. "Ya sé todo eso, cariño." Ella dijo.

"¿Te lo conté?"

"No."

"¿Hablo cuando duermo entonces?"

"No." Repitió. "Eres muy callado."

"¿Lees la mente?"

"Por supuesto que no."

"Oh", Sehun se llevó la mano al pecho. "¿Ya conocías a Jongdae?"

"He leído tu diario."

"¿QUÉ?" Gritó.

"¿Escribes un diario?" Jongdae preguntó. Parecía estar viviendo el mejor momento de su vida.

"¿Tú no?" Le dijo y se volvió hacia su mamá. "¿Realmente me hiciste eso?"

"Pido disculpas por no estar arrepentida." Ella suspiró. "Pero, debo mencionar que te has convertido bastante bueno en eso de escribir. Comencé a sentir que leía una buena novela después de un tiempo."

"¿Desde cuándo has estado haciendo esto?" A Sehun le dolía la garganta.

"Desde que empezaste a escribir uno."

Sehun se golpeó en el pecho. Su cabeza cayó hacia atrás, sus ojos se agrandaron. "Qué demonios..." Dijo. "Me voy a matar."

"Por favor no." Ella dijo. "O esta amable compostura que he estado tratando de mantener toda la mañana se desperdiciará."

"Esto me rompe el corazón." Dijo Sehun. "Sé que te estás muriendo por dentro, no mientas porque Jongdae está aquí."

"Estaría bien que se enfadaran, de verdad. A mí me sorprende también." Dijo Jongdae. "Soy consciente de que todo es tan repentino. Entendería si empezaran a gritar."

El papá de Sehun suspiró profundamente. "El hecho de que seas un buen tipo nos lo pone más fácil." Él dijo. "Me alegra."

"En realidad, Jongdae es un manipulador." Sehun se dirigió a su papá.

"¡Sehun!" Su mamá gritó. Jongdae se cubrió la cara con las manos.

"Está bien, estaba bromeando." Sehun respondió al instante. Su mamá inhaló molesta.

"Estábamos mejor antes de que despertaras." Ella dijo. "¿Cómo es eso posible?"

"Porque nadie te dijo que tu pequeño hijo ha crecido y que ahora mantiene relaciones con un hombre que además es su pareja." Dijo con ironía. "¿Puede ser por eso?"

"¡Sehun!" Su papá gritó esta vez. Jongdae se puso rojo como un tomate mientras tosía. Un cachorro entró feliz por la puerta.

"¿Qué?" Preguntó. "Esto os ha roto el corazón, soy una decepción, siempre supe que mis padres tendrían otro futuro planeado para mí." Sehun se agachó para sujetar al cachorro y acostarlo en su regazo.

"Si esta es tu venganza contra nosotros por haber leído tu diario," comenzó su papá. "No mola, querido".

"¡¿TU TAMBIÉN?!" Gritó Sehun con desilusión. Su padre cerró los ojos. Todos se quedaron callados. Su madre apoyó la cabeza en su mano y cerró los ojos.

"En realidad ya no estamos juntos, lo hemos dejado."

"¡PARA!" Jongdae gritó. Su mamá suspiró con frustración.

"¡NO GRITES, SE ESTÁN ENFADANDO!" Gritó Sehun y miró a su papá esta vez.

Jongdae golpeó su cabeza contra la mesa.

Se quedaron callados un poco más. "¿Está bien?" Preguntó Sehun acariciando al pequeño animal. Su voz temblaba. "¿De verdad?"

Su mamá se arregló el pelo. "No vamos a mentir." Su padre dijo. "No es lo que esperábamos de ti."

Sehun bajó la mirada lentamente. "Pero hicimos una promesa." Su mamá dijo. "El día que naciste. Prometimos no encerrarte en nuestro propio infierno."

"Y según tu diario pareces estar en el cielo." El padre de Sehun sonrió. Jongdae respiró hondo. Sehun sonrió levemente.

"¿Y qué hay- que hay de- ?" Sehun jugaba con las patitas del cachorro.

"Sehun." Su mamá lo llamó. Sus ojos parecían sinceros por primera vez esa mañana. "No me importa nada más que tú."

Nadie dijo nada más por un tiempo. "La miel", dijo entonces Jongdae. "Sabe realmente bien con las tostadas."