El Poder de las Piedras Preciosas (Dramione)

Once: A la sombra de otros

Capítulo 11

A la sombra de otros

- ¿pasamos o me tendrás congelando aún más de lo que ya estoy?

- eh... si- Draco despego su vista del lugar donde hace segundos desapareció Hermione- ¿cómo es que sabes que vivo aquí?

- mi padre preguntó por ti... Pero creo que es mejor hablarlo adentro

- claro

Hermione se sentía estúpida por sentir celos más cuando ella fue la que disfrazo todo, no le había dado el tiempo a Draco de decirle algo a Astoria y ahora nunca sabría que hubiera respondido él. Aunque también sabía que hacia lo correcto, las cosas van bien para ellos aunque bastante rápidas, a ellos poco les importa pero para otros tal vez es difícil de aceptar. Por supuesto que ella no sabe qué relación tienen Astoria y él. Y comparar lo de Ron con Lavender en algo que tal vez no exista es un tanto absurdo. Pero de igual forma sintió que "el momento" la desplazó.

Sin más tiempo que esperar, porque tal vez el alcohol volvería a hacer efecto y terminaría durmiéndose tal cual estaba, prefirió desmaquillarse para luego rápidamente entrar a al baño a ducharse y a lavarse los dientes. Nunca se había demorado tan poco en el baño, salió vestida con su pijama de invierno, tomo el secador y lo encendió y aunque el ruido parecía tener un potente eco en su cerebro, le reconforto el hecho que acallara sus pensamientos. Terminó y se acostó, a los pocos minutos se quedó completamente dormida.

- ¿qué hacías con Granger?

La pregunta sacó a Draco de su ensimismo, ya habían llegado al departamento y llevaban tiempo conversando, aunque la mayoría lo había hecho Astoria. A él se le había olvidado que la chica cuando estaba en confianza no había quien parara su monólogo. Por supuesto le había prestado atención y le respondía lo que ella preguntara, pero Hermione ocupaba en este minuto su cabeza casi en su totalidad. Las únicas preguntas que hizo fue cuando recién iban llegando al departamento.

- creo que no me respondiste como se debe a mi pregunta- dijo Draco levantando una ceja

- ¿cuál? La del... ¿Cómo sabes que vivo aquí? - dijo imitando su voz

- si

- como te dije, mi papá preguntó por ti en el ministerio. Llegamos hace más de dos semanas, y bueno... nos pusimos al tanto de algunas cosas que solo se pueden contar de forma presencial... - suspiro- entre esas que tus padres estaban encarcelados. Mi padre tuvo que ir al ministerio a dar declaración de... Bueno de nuestro auto-exilio previo a la guerra. Kingsley fue como siempre muy amable, sabe que mi padre no es Mortifago y que sólo por nuestras amistades nos veíamos ligeramente unidos a Voldemort. Mi familia siente mucho lo de tus padres, y cuentas con todo nuestro apoyo.

- gracias

- además Kingsley le contó a mi papá que habías dejado la mansión y que ahora estabas viviendo en el centro muggle, aunque no especificó donde- río- Para nosotros fue una sorpresa, pero como sabes... Yo fui la más entusiasmada en venir, nos costó dar con tu dirección, ya sabes... Los muggles y sus calles.

- si... - dijo Draco dándole el paso a Astoria, ya que el ascensor había llegado a su piso- ¿dónde realmente estuvieron?

- en Boston, a las afueras tenemos una casa.

- oh... - abrió la puerta de su departamento- ¿Y qué te trae por aquí?

- ¿no es obvio? Quise venir a ver como estabas - sonrío al ver el departamento- muy lindo

- ¿pero desde cuando tu padre deja que las visitas de cortesía las hagas sólo tú?

- desde que pisamos Boston, las cosas quedaron claras para mis padres, al inicio estaban enojados de que yo me relacionara en demasía con el mundo muggle. Tengo amigas de hecho. Pero creo que después de muchas discusiones asumieron de que hay que mirar al futuro y dejar de ser tan cuadrados - se levantó de hombros-