juego del cementerio

la primera noche

Oh hola soy Marck y seré el protagonista de esta corta historia.
Recuerdo aquella noche, llevaba unas horas charlando con mis amigos por teléfono.

Mamá llegó y me dijo que debía dormir, no tenía ni una pequeña pizca de sueño, tras largas veces pidiéndole por una historia accedió.

Me acomode en mi cama cerrando los ojos, mamá se aclaro la garganta lista para empezar.

Amaba la noche de Halloween y esta no era la excepción, tenía mi pijama de Halloween y mi cuarto acomodado con la temática.

Mamá me dio la bendición en cuanto me vio con los ojos cerrados y empezó a narrar...

"Una noche de Halloween un par de amigos estaban en sus disfraces listos para pedir dulces y asustar personas, tras tocar la puerta en todas las casas de su barrio y tener las bolsas llenas de golosinas deciden que sería una excelente idea el ir a profanar tumbas en el viejo cementerio del pueblo.

Pintando y rayando tumbas sería como pasarían la noche de brujas, los envoltorios de los dulces caían en el suelo marcando el camino de los jóvenes amigos en rumbo al cementerio, mientras llenaban sus bocas de dulces y tiraban las basuras sobre las tumbas y buscaban sus aerosoles para así poder pintar.

Una sombra espeluznante se acerca a ellos poniendo sus pieles como gallinas, no se veía nada pero la presencia se sentía.

Los huecos profundos dónde irían un par de ojos, los huesos amarillentos y la mandíbula descolgada que conformaban a un esqueleto decide hacer una aparición frente a los chicos.

Sus piernas se mueven y los provees chicos empiezan a correr, los gritos desgarradores abandonan sus labios, algunos lloriquean y otros sienten la adrenalina pura que se supone que viene cuando de los muertos se trata.

Después de segundos que se sentían como horas los chicos llegan frente a una puerta, la puerta del cementerio, la intentan abrir pero ¿qué? La puerta estaba con llave impidiendo El Paso.

El susto incrementó y los jóvenes muchachos lamentaban el haber ido a profanar tumbas esa noche en especial. El esqueleto se acercó más a uno de los chicos al punto de rozar los huesos que conformaban sus manos con la piel del joven."

– Espera.. ¿qué les pasaría a los chicos? –veo a mama incrédulo.

– Ya verás pequeño...

"Por suerte para los chicos una telaraña enredo al esqueleto haciéndolo caer, sus huesos se expandieron por el suelo arenoso y empantanado.

Como si fuese una atracción de circo los chicos rodean los huesos del esqueleto en un círculo, a los segundos los huesos del esqueleto de empiezan a unir dándole la forma terrorífica al esqueleto.

El miedo en los chicos crece pero la adrenalina se adelanta, las piernas de los chicos se quedan en el mismo punto viendo al muero viviente armado.

Las manos de los chicos toman el esqueleto atándolo con unas cuerdas obligándolo a hablar.

Los chicos suplicaban clemencia pidiendo por que no les hiciera daño y que los dejara escapar con la promesa de que nunca jamás volverían a molestar el cementerio ni jugar con los muertos.

El esqueleto suelta una carcajada débil y les confiesa que su Olán nunca fue lastimarlos, que lo único que quería era advertirles del verdadero peligro que era la bruja feroz y su gato malvado.

Estos dos mataban a todos los que se metieran en el cementerio a molestar a los que allí descansaban.

El chico le pide al sequero que abra las puertas para ellos poder escapar, en un suspiro el sequero les explica que las puertas abren a las 12:00 de la madrugada y que apenas eran las 10:15pm.

Tras una explicación sobre cómo aparecía la bruja una ráfaga de luz aparece sobre ellos, las nubes de neblina se hacen notar y la risa espeluznante digna de una bruja también.

El esqueleto les dice que se tiren al suelo fingiendo la muerte y que de esta manera pasaran desapercibidos por la bruja, los chicos lo hacen, la bruja y su gato revisan el cementerio, gracias al maravilloso concejo del esqueleto y de los papeles de dulces, la bruja y el gato pasan de largo, la bruja no los bota y el gato termina de limpiar los papeles de las golosinas.

La bruja desaparece al igual que su malcaso gato, los chicos corren a desatar al amistoso esqueleto el cual les aconseja lanzar más papeles de dulces ya que solo tienen 20 minutos antes de la reaparición de la temible bruja.

Los chicos siguen el consejo y tiran los papeles lejos de donde fingirán ser un muerto más en aquel cementerio.

En uno de los árboles yacía un búho pisado en una de las ramas de este, el cual tenía unas pequeñas cámaras en donde se supone que irían los ojos, observando así todo lo que hacían los pequeños chicos con tal de salvar sus vidas.

Pasaron las horas, los chicos fingían su muerte cada veinte minutos, un fuerte sonido de una gran campaña sonó indicando la media noche, los chicos por fin estaban a salvo.

Al dirigirse a la puerta se percatan que esta seguía cerrada, faltaban segundos para que la bruja reapareciera y el miedo se apoderaba de los pequeños cuerpos.

Una fuerte luz iluminó la tierra, las tumbas y las barras metálicas de la puerta, un micrófono anunció el fin de todo, no era más que un juego en cual los participantes terminaban muertos, ellos habían sobrevivido cosa que se consideraba imposible en este juego, siendo así los primeros sobrevivientes del juego del cementerio.

Les entregan unas cajas las cuales son para todos los sobrevivientes, estas estaban llenas de todo tipo de dulces, paletas, chocolates, goma de mascar, gomitas, entre otros, también había bastante dinero en estas cajas.

Los chicos no podían creer lo que veían, era la hora de retiras ese, le agradecieron al esqueleto el cual había sido esa pieza clave para poder sobrevivir, sus cortas piernas atravesaron la puerta quedando fuera del cementerio.

Algunas veces las decisiones que creemos graciosas pueden quitarnos la vida."

Ya estaba dormido para cuando el cuento acabó, la noche pasó y al día siguiente me desperté emocionado, por fin era Halloween y llevaba esperando por esto por meses, salí con mis amigos y hicimos una apuesta, aquel que tuviera más dulces ganaría un premio, tras recorrer todas las casas del lugar contamos las golosinas, yo había ganado, era la primera vez que lo hacía y eso me ponía muy feliz, mis amigos y yo comimos nuestros dulces celebrando y jugando en la noche de Halloween.

Este es sin duda el mejor Halloween de mi vida, jamás lo olvidare.